- POR ROCÍO GÓMEZ
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La joven Mirta Gabriela Pérez, de 29 años, es la primera mujer indígena paraguaya en lograr terminar una maestría en un país de habla inglesa, Canadá. Ahora utiliza toda su preparación académica para enseñar inglés en el colegio indígena Yalve Sanga. Allí estudian jóvenes de varios pueblos indígenas, de habla enhlet, guarani ñandéva, ayoreo, nivaclé, guarayo y angaite.
Mirta nació en la comunidad indígena Nivaclé Campo Alegre, ubicada en el distrito de Mariscal Estigarribia, en zona de la colonia menonita Neuland. Realizó sus estudios en el colegio donde ahora enseña, Yalve Sanga. Las vacaciones siempre las dedicó a trabajar y servir en su comunidad, como secretaria, asistente de profesores, e incluso llegó a reemplazar a una profesora de grado.
En el año 2010 cursó una carrera en la Universidad Evangélica del Paraguay, en la sede del Instituto Bíblico Asunción, logrando el título de Licenciada en Teología en el año 2014. Su plan era seguir estudiando otra carrera, pero esta vez fuera del país.
“No planeé una maestría, solo quería ir a EEUU o Canadá para estudiar inglés. Pero se abrieron las puertas para hacer un masterado”, relata emocionada la joven. Buscando opciones de estudio, recibió la invitación de una familia en Canadá, dispuesta a ayudarla financieramente en el estudio y la estadía. Ellos también la ayudaron a tramitar y adquirir luego una beca para estudiantes de América Latina para la maestría.
“Buscar cada día algo nuevo para aprender, más allá de lo que conocemos”, es la premisa de Mirta, quien estuvo en Canadá 3 años y 6 meses. Durante este tiempo, logró dos títulos, Máster en Estudios sobre Educación (Educational Studies) en la Providence University College, que se encuentra en las afueras de la ciudad de Winnipeg, capital del distrito de Manitoba; y el diploma TESOL, que es un curso de certificación internacional para enseñanza del idioma inglés.
“Aprendemos únicamente cuando nos desafiamos a nosotros mismos”, expresa la máster en Educación, que ahora enseña inglés con métodos adaptados al contexto de sus alumnos, que tienen lenguas indígenas como lengua materna. También menciona que utiliza “muchos juegos, algo recreativo, algo físico para repetir y repetir”, y así lograr que desarrollen conversaciones básicas en inglés.
La docente comparte que se siente muy motivada cuando los alumnos indígenas la saludan en inglés. Su meta es brindar las herramientas que se necesitan para ir a estudiar al exterior, “para llenar formularios, y poder sobrevivir siendo capaces de responder”. Sus sueños no paran y su siguiente meta es “algún día hacer un doctorado en Educación o lingüística”. Siempre manteniendo su idioma nivaclé, y el compromiso que tomó con aplicar todo su conocimiento al servicio de los pueblos indígenas del Paraguay.