De acuerdo a una investigación realizada por los estadísticos Laura Almirón y Héctor Arévalos; los sociólogos Mercedes Melián, Marco Castillo, Camila Corvalán y Alejandra Martínez, el ginecólogo y obstetra Claudio Castro, la trabajadora social Nidia Battilana y la analista de sistemas informáticos, Ruth Navarro, más de 32.000 abortos inducidos fueron practicados en el 2012 en territorio paraguayo. Esto representa una tasa de 21 abortos inducidos por 1.000 mujeres de 15 a 44 años.

Esto se deriva de la investigación de las fichas de 18 regiones sanitarias del Ministerio de Salud Pública, apoyado con encuestas a profesionales del área, realizadas en el marco del estudio “Cálculo de la magnitud del aborto inducido en el Paraguay”, según explicó el doctor Claudio Castro, director de Planificación del Centro Paraguayo de Estudios de Población (Cepep).

ESTIMACIONES INDIRECTAS

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“La iniciativa surgió porque no había registros de abortos. Vimos la necesidad y utilizamos estimaciones indirectas para poder llegar a la cifra. Utilizamos las fichas del Ministerio de Salud, de 18 regiones e hicimos también encuestas a profesionales y pudimos constatar que potencialmente 32.237 abortos pudieron ser provocados”, manifestó. El trabajo inició en el 2016 y se llevó hasta setiembre del 2017, utilizando la mencionada metodología, de analizar las fichas, a lo que se sumaron las encuestas a profesionales a los que se consultó las estimaciones de cuántos casos de aborto pudieron haber sido provocados y eso se usó como factor multiplicador, explicó.

Agregó que el aborto es un “secreto a voces”, porque se sabe, pero nadie habla a viva voz, ya que las mujeres que interrumpieron su embarazo no lo cuentan y los médicos que lo practican tampoco. “Todo eso hace la penalidad a la que puede llegar por este tipo de situaciones”, dijo al tiempo de indicar que los abortos no terminarán y que los médicos no siempre pueden percatarse de si un aborto fue espontáneo o fue inducido.

Con relación al punto, el doctor Castro dijo que si bien muchos profesionales denuncian, otros prefieren callar, debido a que si se comienza a delatar, lo más probable es que las mujeres mueran en sus casas porque no pedirán ayuda profesional, por temor a terminar presas. “Si se denuncia van a aumentar las muertes maternas”, aseguró.

FRANJA ETARIA

El investigador dijo que la franja etaria que fue estudiada es de 15 a 44 años, pero esto no significa que una persona menor de 15 años no se haya hecho un aborto o que una mujer mayor de 44 esté exenta, dijo.

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