Luego de confirmarse la muerte de una niña de un año y medio por falta de terapia intensiva en el Hospital Materno Infantil de Capiatá, en la noche del martes, y tras presumirse rastros de abuso sexual, finalmente el forense del Ministerio Público Pablo Lemir, afirmó que si bien tiene pruebas preliminares se detectaron indicios de abuso, aún no se puede afirmar que hubo tal hecho.
En 15 días estarán listos los estudios laboratoriales que confirmarán o desestimarán la hipótesis. La niña fue trasladada al nosocomio por cuadro febril y quedó internada.
Según el forense, la pequeña presentaba roturas y serias lesiones en sus partes íntimas, además de infección en el ano y daño en los órganos internos, descartando la primera versión de que murió por una infección respiratoria. Por de pronto, la Fiscalía investiga la muerte de la niña presumiblemente abusada. El fiscal designado fue Blas Imas, quien señaló a los medios “que nunca vio lesiones similares”.
La nena fallecida vivía en Areguá con sus padres y una hermana de 10 años. La tía mencionó en conversación con la 970 AM que desconoce quién pudo haber sido el autor del supuesto abuso y señaló que su hermano (el padre de la víctima) nunca está en la casa, pero que tampoco puede descartar la responsabilidad de él.
El calvario ya inició el lunes cuando fue llevada a una clínica en la ciudad de Luque, donde fue asistida a causa de una infección en la lengua. Más tarde volvieron a su vivienda, pero su salud empeoró. En ese momento fue derivada al Hospital Regional de Capiatá, lugar donde los médicos sospecharon la presencia de rastros de haber sido abusada sexualmente. La Fiscalía investiga actualmente a miembros de la familia cuya implicancia está en tela de juicio. El nombre de la niña y padres son omitidos conforme al Artículo 29 del Código de la Niñez, que prohíbe la publicación de datos que posibiliten identificar a los menores de edad en condición de víctima.