Hoy, más de 1.500.000 alumnos inician el año escolar, aunque las puertas de las escuelas ya se encontraban abiertas mucho antes. En el tiempo de receso escolar por vacaciones, algunos maestros –como la profe Norma Cardozo, de la Escuela Nº 3652 San José Obrero de Fernando de la Mora, Zona Sur– ocupaban sus ratos libres para ambientar sus salas de clase con dibujos, recortes de cuentos, figuras hechas a mano y así esperar a sus nuevos alumnos en un aula donde la enseñanza sea amena, colorida y divertida.

“Mi lugar de trabajo es mi hogar”, es la premisa de la docente Norma Cardozo, quien ofrece su tiempo y todo su esfuerzo para que cada uno de sus niños del primer grado aprendan a leer, escribir, a interpretar cada cuento y a crear sus pequeños relatos. La institución en donde enseña hace 14 años, desde el 2017 funciona en la modalidad de jornada extendida o diferencial que va de 7:00 a 15:00.

“Da gusto estar en un ambiente alegre, colorido, relaja la mente y permite que el niño pueda absorber todo el conocimiento que nosotros los docentes queremos transmitirles. Ellos vienen de diferentes realidades, diferentes familias y la única manera de enseñarles es con amor”, señala Cardozo al tiempo de darle los últimos toques al tronco de árbol con llamativas hojas y ramas verdes que pintó en el área llamada por ella como “Reencuentro”, que es en realidad un espacio de lectura, reflexión e imaginación preparado especialmente para los niños que empezarán a leer sus primeras palabras y cuentos en el transcurso de este año.

Todo el aula del primer grado así como las demás están decoradas con materiales coloridos que son donados por los propios maestros para ambientar el espacio educativo. Norma pintó dos árboles este año, el más colorido tiene hojas de corazones de diferentes colores y en sus ramas posan pájaros. Está frente al aula en un pequeño corredor donde se colocan plantas.

“Dedicar tiempo a lo que te gusta no representa un trabajo”, dice la docente quien es la encargada de pintar todos los murales de la escuela.