POR CAROLINA VANNI

Sin dudas, el jazmín envolvió con su aroma la historia de amor de Nancy Melgarejo y Harry Toews Reimer. Si bien ambos son paraguayos, esta relación estaba “prohibida” porque profesan y practican dos religiones distintas.

Sin embargo, el amor floreció y dio rienda suelta a los sentimientos luego que él sufrió un infarto; y ella, como devota incansable de la beata María Felicia de Jesús Sacramentado (Chiquitunga) encomendó la vida de él a la futura santa paraguaya.

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“Cuando el despertó yo estaba allí y le dije: ‘Harry tuviste un problema del corazón. Tenés una vida nueva’. Y el me miró y me dijo: ‘Quiero que compartas conmigo mi vida’”, recordó emocionada Nancy.

DIOS UNE”

A esto, Harry añadió con cierto estremecimiento en la voz que “es Dios quien une. Él permitió que nos conociéramos”, en un mal hablado, pero comprensible castellano.

Meses antes de este episodio, ambos se conocieron en la Central Menonita de Asunción. Ella, cuidando a una amiga convaleciente y él hospedado en el lugar porque vino de Loma Plata, (Chaco) para hacer gestiones.

Pero fue Nancy quien vio primero a Harry. Dice que le llamó la atención que tomara mate. Si bien esa primera vez no hubo contacto, en el segundo encuentro intercambiaron palabras, y tras la insistencia de Nancy, números de teléfono.

A partir de ahí se registraron un par de mensajes, porque Harry le pidió que no le mensajee, porque le costaba comprender y a la vez responder. “Era como una lucha. No quería, pero extrañaba cuando no me escribía”, dijo Harry, entre risas.

Sin embargo, luego del problema cardiaco, no solo la relación comenzó a fluir libremente, sino además, Harry empezó a caminar hacia la religión católica.

Nancy le reveló que encomendó su vida a Chiquitunga y el médico les confirmó el milagro. “Vino el médico y dijo que no creía que la orden de la cardióloga corresponda a la misma persona que intervinieron. No había nada: ni coágulos, ni obstrucción. Fue un milagro. Estoy muy contento de encontrar a Nancy”, dijo Harry.

Luego de su recuperación y alta médica, él pidió conocer a Chiquitunga y a la Virgen de Caacupé. “El amor de Dios es único. Sentí mucha paz. Siento que es la fe verdadera”, sostuvo Harry al mencionar que fue a los pies de la beata y de la Virgen para agradecer.

BODA EN PUERTA

La boda de ambos se anuncia para el próximo 28 de marzo. “El 28 es muy especial para los devotos de Chiquitunga y en esa fecha queremos casarnos”, explicó Nancy.

La pareja viajará a Europa y uno de los destinos es el Vaticano, donde esperan asistir a la audiencia pública de los miércoles para ver al papa Francisco. “Él le tiene mucha admiración al Papa por sus acciones ecuménicas”, explicó Nancy.

Harry acepta que la beata María Felicia intercedió por su vida y ahora la venera como un católico más.

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