La violencia en el depar­tamento de Amambay no da tregua, ya sea por los ataques entre los gru­pos rivales, otras veces por enfrentamientos entre delin­cuentes y policías o simple­mente por venganza. En esa zona, casi a diario se cobra la vida de alguna persona.

Gervasio Núñez Portillo, hermano de la asistente fis­cal Blanca Núñez Portillo, fue la última víctima del crimen organizado en Capitán Bado. El hombre de 42 años falleció a causa del impacto de tres balas tras un ataque que reci­bió por parte de desconoci­dos cuando se encontraba en compañía de su pareja, María Espínola (22), quien recibió un tiro en el hombro y ya está fuera de peligro.

De acuerdo a los informes, la pareja estaba a bordo de su vehículo en las inmediacio­nes de la avenida Interna­cional e Ypanemí, del barrio San Roque de Capitán Bado, cuando fueron atacados a tiros por cuatro personas que descendieron de una camio­neta Toyota, tipo Hilux, color plateado.

El hecho ocurrió el domingo, a las 20:30 aproximadamente, según los informes policia­les, y no se descarta que haya sido en venganza contra la asistente fiscal, en vista que está llevando adelante varias investigaciones.

En otro suceso ocurrido en un camino vecinal de Capi­tán Bado, el domingo, a últi­mas horas de la noche, resultó víctima Marcio Ariel Sánchez Giménez, alias Aguacate, quien fue el ex guardia del asesinado narcotraficante Jorge Rafaat.

Si bien Sánchez Giménez, quien cuenta con frondosos antecedentes por homicidio, transgresión de armas, no sufrió heridas de gravedad, salvo cortaduras de vidrio roto, el vehículo blindado en el que se desplazaba prácti­camente quedó inutilizado debido a la lluvia de balas que recibió, según el informe poli­cial. De acuerdo al relato, Sán­chez Giménez se desplazaba por la zona conocida como Colonia Aguará, distrito de Capitán Bado, cuando de entre la maleza aparecie­ron personas desconocidas y comenzaron a disparar con­tra el vehículo. Tras perpetrar el atentando, los atacantes se fugaron del lugar.