La banda de crimina­les que secuestró al agroempresario Sil­vano Villalba en Capitán Bado y que días después acabó con la vida del sub­jefe de Antisecuestros de la Policía, el comisario Rufino Acosta Gill, ya fue desarticu­lada debido a que en las últi­mas horas fueron capturadas seis personas implicadas en el hecho y uno ellos, Estanislao Ferreira Chávez, fue abatido durante el enfrentamiento armado.

Los primeros en ser deteni­dos fueron Cecilio Candia Casco (con antecedentes por secuestro en el 2016) y Cris­pín Ferreira, quienes están en el Hospital Regional de Pedro Juan Caballero, debido a que fueron heridos durante la balacera.

Más tarde se procedió a la detención de Rafael Benítez Dos Santos y Arístides Plá­cido González, mientras que los últimos en ser capturados fueron Marcelino Ferreira Chávez y su concubina, Mer­cedes Insfrán Gómez.

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Marcelino Ferreira, detenido.

Tras el enfrentamiento, el Ministro del Interior, Juan Ernesto Villamayor, no des­cartó que haya policías infie­les que hayan alertado sobre el procedimiento realizado en Capitán Bado. “No se pude descartar algún agente infiel o infieles en la Policía”, dijo al indicar que es muy posi­ble que hayan abortado algún operativo policial.

Asimismo, el comisario Teó­filo Giménez, jefe del Depar­tamento de Seguridad Ciuda­dana de Amambay, aseguró que el procedimiento rea­lizado en Capitán Bado era más bien de inteligencia y no de captura de los criminales, ya que la idea era saber dónde estaban escondidos, pasar los datos y luego proceder. Al parecer, los delincuentes se percataron de la presencia policial y comenzaron a dispa­rar, lo que obligó a los unifor­mados a responder con fuego.

DE ATRÁS

El informe del médico forense Pablo Lemir sostiene que la bala que acabó con la vida del comisario Acosta fue disparada de atrás, ingresó en la parte posterior de la cabeza, desde la nuca, con trayectoria ascen­dente de derecha a izquierda y se estima que fue disparada desde media distancia.

De acuerdo al informe, el proyectil causó desprendi­miento de masa encefálica, lo que ocasionó la muerte encefálica instantánea, aun­que seguía teniendo latidos cardiacos y respiración, pero “clínicamente estaba muerto”, dijo Lemir.

LUTO

Asimismo, el Ministerio del Interior dispuso ayer tres días de luto por la muerte de los dos agentes, el comisario Rufino Acosta Gill abatido en un enfrentamiento con secues­tradores en Amambay, y del suboficial inspector Rolando Diosnel Vázquez Lezcano, arrollado por un camión de gran porte en Alto Paraná.

AYER CAYERON OTROS DOS

Con información proveída por la oficina regional de Inteligencia y con apoyo del GEO, personal de investigación y apoyo de la Comi­saría Tercera de Pedro Juan Caballero, los uniformados pudieron capturar ayer a Marcelino Ferreira Chávez, uno de los implicados en el enfrentamiento con personal de antisecuestro.

Se sospecha que Chávez fue el que realizó el disparo que acabó con la vida del comisario Acosta, durante el procedimiento reali­zado en Capitán Bado, Amambay, en la tarde del jueves. El hom­bre de 26 años estaba escondido en un asentamiento junto con su concubina Mercedes Insfrán Gómez, de 27 años, quien en prin­cipio logró escapar, pero más tarde fue capturada por la Policía. Ambos fueron puestos a disposición de la justicia.

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