Grupos de amigos, familias y pare­jas llegaron hasta la playa de San Bernardino durante la jornada dominical de ayer para hacer circuitos en lancha o en barco, para caminar a la orilla del Lago Ypacaraí o incluso para zam­bullirse en sus aguas, a pesar de que no son aptas para la recreación, así lo señaló un informe de la Dirección General de Salud Ambiental (Digesa) que reveló la pre­sencia de coliformes fecales en el sitio.

Las cámaras de La Nación captaron a un grupo de niños bañándose con total norma­lidad en el agua, color ver­doso, burbujas marrones y fétido olor, ante la mirada de sus padres. Algunos lugareños y personas dedica­das al turismo en la zona se molestaron por la presen­cia del medio y señalaron que ellos igual siguen con­sumiendo pescados del lago y bañándose allí, y que hasta el momento no presentaron ningún síntoma a causa de la contaminación.

Pese a visible contaminación la gente asiste para recrearse.

“Nací, crecí y me malcrié en la zona de la playa de San Ber junto con mis padres, quienes se dedican a la venta de arte­sanías y son prácticamente los guías turísticos en el lugar, ya que la Municipalidad de San Bernardino tiene aban­donada su ciudad”, indicó Osvaldo Acosta, trabajador de lanchas y lugareño.

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De acuerdo a Acosta, el movi­miento que se observa en el sitio es fruto del tesón de los trabajadores de la zona que proponen opciones a los visi­tantes. “Me dedico al paseo en lancha y la municipalidad ahora hasta eso quiere frenar con todos los papeles que exi­gen. Sin el paseo en lancha, ¿para qué va a venir la gente acá?, si ni tampoco es apta para bañarse, ¿o acaso quie­ren que cese el turismo aquí que mantiene a la mayoría de los lugareños?”, lamentó.

Por otro lado, sostiene que él y su familia se bañan en el lugar y comen pescados del lago y hasta ahora no se intoxicaron ni tuvieron alergias. “Siempre consu­mimos pescado de acá, nos bañamos y nunca tuvimos ninguna afección. Es llama­tivo cómo se habla de conta­minación y eso perjudica a cientos de familias del lugar, irresponsablemente se está haciendo correr a los turistas. Si los estudios fueran reales, alguien tendría que tener alguna afección”, señaló.

A simple vista, la apariencia del agua y de la playa misma asusta, con canoas abando­nadas en la costa, donde se junta agua de lluvia, por lo que son potenciales criaderos de mosquitos. En la zona no se visualizó a ningún empleado municipal para velar por la salud de los veraneantes.

NO APTA PARA USO RECREATIVO

Un estudio realizado por la Dirección General de Salud Ambiental refiere que la Playa Colón de San Bernar­dino presenta un alto índice de contaminación con coli­formes fecales, por lo que no es apta para uso recreativo.

“Una evaluación comple­mentaria de calidad de agua realizada al cauce que cruza la ciudad de San Bernardino, a la altura de la Iglesia Nues­tra Señora de la Asunción y que desemboca en el lago, al costado del desembarca­dero del Club Náutico San Bernardino, presenta resul­tados altos en contamina­ción de microbiológicos, que pueden afectar el sector de la ciclovía dependiente de las condiciones ambienta­les”, señala el informe.

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