Las organizaciones ambientalistas, como los vecinos asunce­nos, insisten en que los año­sos árboles del Jardín Botá­nico de Asunción no deben ser tocados, y que se debe bus­car otras opciones amigables con el medio ambiente para impulsar el desarrollo. Matilde Schaerer, vocera del conglome­rado de organizaciones vecina­les y gremiales Frente Popu­lar por la Defensa de Asunción, aseguró que el Botánico está protegido por ley, por lo tanto, alterarlo sería un delito.

“El Botánico está protegido por leyes nacionales, trata­dos internacionales y corpus de documentos de la Unesco”, aseguró al indicar que no se puede alterar este ecosistema y que se deben buscar otras opciones que no sea la des­trucción del medio ambiente. Propone mejorar el sistema de transporte público para que la gente se movilice en bus; o la construcción de un túnel, en vista que para la construcción del Corredor Vial Botánico, el Consorcio D-R Costanera prevé el tras­lado de 164 árboles nativos con una extractora de árbo­les con fuerza hidráulica, que serán reubicados en el mismo predio, y a lo que se añadirán 32 hectáreas del RC4 para compensar la utilización de 1,6 hectáreas.

El proyecto contempla el traslado de 164 árboles.FOTO:CHRISTIAN MEZA

El señor Edilberto Rivarola es otro vecino que está en contra de la construcción de del via­ducto de 1.340 metros, que atravesará Sacramento, Arti­gas y la calle Fiebrig, y el paso a desnivel de 460 metros sobre la avenida Primer Presidente. El hombre indicó que en principio el proyecto era hacer un túnel, sin embargo, se optó por una obra más costosa. “Nos llama la atención que se haya cam­biado de plan. Y van a dejar una secuela terrorífica si se ejecuta este nuevo plan. Vamos a con­tinuar con las protestas”, dijo.

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RIESGO

Lucy Aquino, directora y repre­sentante de WWF en Paraguay, habló en radio Ñandutí y dijo que más que mover los árbo­les lo que se tiene que hacer es plantar más. Indicó que en este caso no hay deforestación, pero sí serán removidos y reubica­dos dentro del mismo predio del Jardín Botánico, lo que sig­nifica un riesgo para la sobre­vivencia de las plantas. “La sobrevivencia de los árboles depende mucho del tiempo en que se hace el cambio, depende del tipo de suelo”, aseguró.

En vista de que el riesgo es real, la ambientalista sostiene que se tienen que plantar más árboles, de modo a garantizar que el día de mañana la zona vuelva a recuperar el verdor característico. “Si se cambia en días de lluvia creo que hay posibilidad de que los árboles sobrevivan”, indicó.

Víctor Ibarrola, director Eje­cutivo de A Todo Pulmón, también habló del riesgo, aunque aseguró que se están tomando los recaudos. La fun­dación acompañará el traslado de los árboles, dando asesora­miento mediante un conve­nio con el MOPC. “El riesgo de que no sobrevivan existe, pero es poco. Pero se van a tomar los recaudos técnicos para resguardar a los árboles. Lo bueno es que deje un pre­cedente para que las demás empresas constructoras se animen a cambiar los árboles y no talarlos”, dijo.

El presidente de la organiza­ción A Todo Pulmón, Hum­berto Rubin, admitió en con­versación con Matilde Shaerer que esta será la primera vez que se procede a cambiar de lugar los árboles, admitiendo que no hay experiencia con relación a este tema.

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