Ayer se inició el novenario en honor a la Inmaculada Concepción, en Caacupé. El lema es “Abrazarse a Cristo Jesús”, en el tercer año del Trienio de la Juventud, cuyo sublema es “Para dar mucho fruto”. La primera misa estuvo presidida por monseñor Gabriel Escobar, obispo del Vicariato Apostólico del Chaco.

El religioso centró la homilía en torno “Que los jóvenes aprendan que toda vida es para dar frutos”, e instó a los jóvenes a luchar contra la corrupción. Aseguró que una inmensa mayoría no lucha por “ser” alguien, sino por “tener” algo.

“No se apasionan por llenar sus almas, sino por ocupar un puesto de importancia, el querer aparentar, no el ser”, dijo y criticó a los que se dejan manipular y venden sus conciencias. “Tal vez esta es la razón por la que haya tantas marionetas y tan pocas personas”, aseguró.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

Dijo que no basta con denunciar y “reducirse a la caza de brujas”, sino hay que cambiar a una vida de coherencia y de testimonio. “Se dice que de los esforzados es el reino de los cielos, no de los avivados, no de los ‘pokarê’, no de los ‘mangurujús’, no de los que se aprovechan de los pobres, no de los prepotentes o de aquellos que quieren figurar”, indicó.

Al término de la misa, en conferencia de prensa, criticó a los que se adueñan del poder y hacen daño, al tiempo de recordar que “el Paraguay es rico, pero que ojalá no se hipotequen las vidas, el país y el futuro”.

Lamentó que las tierras no pertenezcan a los paraguayos, sino a extranjeros y se refirió a la importancia de invertir en educación, porque eso ayuda a tener valores, que son los que ayudan a ser personas justas. “Tenemos que ser justos y verdaderos”. Celebró como un signo de esperanza que la Justicia se haga sentir y espera que “llegue, incluso a los más poderosos”. Asimismo, criticó a los legisladores que aprobaron la ley del autoblindaje, recordando que “la principal lucha es contra la corrupción, que llega a corroer todo”.

ÁNGELUS

Como todos los años, al mediodía se realizó el rezo del Ángelus al inicio del novenario. La oración a cargo del obispo de Caacupé, monseñor Ricardo Valenzuela, se hizo luego de la procesión con la imagen de la santa que llegó en procesión desde el Tupãsy Ykua hasta el santuario.

Déjanos tus comentarios en Voiz