La Organización Panamericana de la Salud (OPS) plantea reformar los servicios sanitarios, considerando que “el 80% de las personas que padecen trastornos mentales, neurológicos y por uso de sustancias no recibe tratamiento”, según dijo Andrea Bruni, asesor de Salud Mental de dicha organización, durante su visita a Paraguay.
Para reducir esta brecha, Bruni planteó la necesidad de contar con unidades comunitarias, descentralizar hospitales y contar con espacios transitorios en todos los puestos de salud.
“En la región, la carga de los trastornos mentales neurológicos y de uso de sustancias es del 19%. Este pequeño porcentaje se concentra solo en el hospital psiquiátrico”, afirmó. A esto se suma que hay un poco más de 50 psiquiatras en un lugar para todo el país. Paraguay destina un presupuesto menor al 2% en salud mental (1,8%). Mientras que en países del norte de Europa se invierte el 20%.
En cuanto a condiciones mentales, a nivel mundial, la depresión prevalece con el 5%. Le sigue la psicosis, con el 1% de la población global. Respecto a condiciones neurológicas: se registra en la mayoría, epilepsia o demencia. Por último, están las enfermedades por uso de sustancias, relacionadas con el consumo de alcohol y drogas.
“Nos parece muy importante fortalecer el componente comunitario de la salud mental. Creemos que en muchos países de Sudamérica la salud mental históricamente está centralizada, sobre todo, a nivel de hospitales psiquiátricos. Esto implica unos desafíos muy grandes, desde el punto de vista de Salud Pública, como derechos humanos”, comentó.
ATENCIÓN PRIMARIA
En efecto, habla del énfasis en la atención primaria como una de varias estrategias. En este contexto, la OPS pretende implementar el programa mhGAP (Guía de Intervención para los trastornos mentales, neurológicos y por uso de sustancias) vigente desde el 2008 en todo el mundo.
“El programa se dirige a profesionales no especializados, como por ejemplo médicos generales, enfermeros, sobre todo a nivel de atención primaria. El objetivo es que estos profesionales puedan detectar y brindar tratamiento adecuado, basados en evidencias. La guía enfatiza mucho en el trabajo con los familiares, porque son aliados importantes”, mencionó.