“Al estar en el centro de la placa tectónica sudamericana, Paraguay está lejos de sufrir un terremoto”, explicó Rafael Fugarazzo, director del Laboratorio de Sismología de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad Nacional de Asunción (UNA). Vale recordar que la causa de los terremotos se encuentra en la liberación de energía de la corteza terrestre que se acumula por la actividad volcánica y tectónica, pero que se dan fundamentalmente en los bordes de la placa sudamericana, que está en el océano Pacífico acompañando a la Cordillera de los Andes.
Cuando esta choca con la placa de Nazca, que suele “meterse debajo”, estas vibraciones producen movimientos de tierra, que por la ubicación de nuestro país llegan casi sin fuerza.
Detalló que el sismo de 2,3 grados en la escala de Ritcher que afectó la zona comprendida entre las ciudades de Ybycuí, La Colmena y Acahay, en Paraguarí, no se produjo a mucha profundidad bajo tierra.
El temblor ocurrido el 14 de setiembre fue más intenso: llegó a los 2,8 grados en la escala sismográfica. En esa oportunidad, el epicentro del fenómeno geológico tuvo lugar a 2,5 kilómetros al noreste del anterior.
Moisés Gadea, del mismo equipo técnico, apuntó que el temblor “es como un trueno que cae a distancia, como un camión que pasa por debajo”, graficando que un movimiento de este tipo no produce daños estructurales, aunque admitió que una casa precaria, de adobe por ejemplo, podría verse afectada.
La Estación Sismológica de Montiel Potrero, ubicada en el distrito de Caapucú, Paraguarí, tiene instalados dos sismómetros electromecánicos, con equipos totalmente digitales: uno a 30 metros y otro a 100 metros de profundidad, que registraron desde el 2000 en adelante alrededor de 40 eventos de este tipo, siendo el más fuerte el del 27 de abril del 2000 con impacto en Itapúa, Caazapá y Guairá, que midió 3,9 grados y tuvo su epicentro en San Pedro del Paraná.
Vale señalar que una vez que los sismómetros detectan la onda sísmica, los equipos digitales de la estación remiten los datos vía satelital a la base que se encuentra en la sede de la Facen, ubicada en el campus de la UNA en San Lorenzo.
Esto permite digitalizar la información en las computadoras para determinar la magnitud y epicentro del sismo registrado.
El Laboratorio de Sismología cuenta con 4 colaboradores en total: 3 geólogos y 1 físico. Y depende únicamente de la alta casa de estudios, siendo de esta manera el único lugar en el país donde se analizan este tipo de fenómenos geológicos.
ÚLTIMOS MOVIMIENTOS
Además del sismo que afectó el 14 de setiembre pasado, que tuvo una intensidad de 2,8 grados, los últimos antecedentes más cercanos ocurrieron el 16 de junio de este año en Ñeembucú, con 2,3 de magnitud, y el 15 de octubre del 2017, también en el departamento de Ñeembucú y con una intensidad de 2,3 en la escala de Richter.
La actividad sísmica de mayor intensidad que fue registrada en el país fue la que tuvo lugar el 28 de febrero de 1989 en la zona del Chaco, hacia el norte del río Pilcomayo. Fue de 5,6 en la escala sismográfica. No se tuvieron consecuencias materiales, ya que ocurrió en una zona muy aislada.