- POR JORGE ZÁRATE
- Periodista
- jdzarate@gmail.com
“La libreta de navegación dice: Don Graciela Beatriz Santos, imaginate”, dijo esta mujer de 28 años, que es la primera marinera habilitada oficialmente en el país. Su caso tomó relevancia por un episodio de discriminación que vivió cuando intentó homologar el título que obtuvo en Uruguay, donde estudió entre los años 2012 al 2016 para recibirse de Oficial Fluvial y Patrón de Cabotaje, certificado que le permite navegar hasta 50 millas náuticas de la costa en el mar y en los ríos interiores.
“Me trataron mal en la Prefectura, los denuncié, hubo cambios y ahora me facilitaron la libreta de navegación como marinero, aunque todavía espero la homologación de mi título. A algunos les salió en 2 años y medio, otros 3 años”, comentó. “Le agradezco a la Prefectura, porque en este segundo intento, en menos de un mes me otorgaron la libreta, en todo momento me trataron de manera impecable y me explicaron que no me daban los documentos porque las leyes están viejas y es cierto, ¡hay normas que se aplican para buques de vapor!, no están actualizadas, ni se menciona la posibilidad de tener a una mujer a bordo”, relató.
En esta lucha tuvo el especial apoyo de su madre, María Isabel Ramírez, y de sus hermanas, “somos 6 en total, tengo dos hermanas”, contó. También hubo otra gente que la alentó en el país: “Aquí hay una Sociedad de Capitanes y Prácticos de la Zona Norte, que tiene más de 100 años en actividad, fue la primera en conocerme y en señalar el reconocimiento y el derecho de las mujeres de poder navegar, en ese momento, Alfredo Torres era su presidente”, recordó.
TRADICIÓN PATERNA
Hija de padres separados, hoy sin contacto con su padre, maquinista naval, le viene sin embargo de él la pasión por la navegación. “Las mujeres tenemos más afinidad con nuestros padres, siempre quise ser como él, pero no tuve apoyo para seguir sus pasos, él viene de una familia de navegantes”, reveló. Hasta el momento, Santos consiguió estar embarcada 6 meses en los remolcadores del puerto de Montevideo. “El Río de la Plata es muy cambiante, tenés un día lindo a la mañana y a la tarde se levanta el viento y las olas son terribles, es como en el mar, el tiempo es muy cambiante”, comentó.
Ahora, espera ansiosa embarcarse la próxima semana en uno de los buques de la naviera Copanu que tiene petroleros y portacontenedores. “Esta empresa fue la primera que solicitó al entonces presidente, Nicanor Duarte Frutos, para incorporar mujeres cocineras, que desde ese tiempo navegan. Como los barcos son grandes, tienen espacio y comodidades para la mujer”, dijo.
MENSAJE A LAS MUJERES
Soltera, sin hijos, dice que todavía no piensa en la situación del matrimonio. “No hace muchos meses que vivo de nuevo aquí, así que entre que le conozco bien al muchacho, le calculo que a los treinta y pico seré mamá”, manifestó entre risas. Graciela también tiene un mensaje para las mujeres. “El mayor acto de rebeldía en un país machista como este, es poder estudiar, capacitarse y exigir los derechos, estamos en un país donde no nos escuchan mucho, nos conformamos con el no podés o no se puede, así que hay que perseverar e insistir”, concluye.