BENJAMÍN ACEVAL. ENVIADOS ESPECIALES. Carolina Vanni. Fernando Riveros. Rafael Ovelar.

A sus 86 años de edad y pese al accidente cardiovascular que sufrió el año pasado, la madre María Teresa Filizzola se mantiene lúcida y recuerda con cierta complacencia los momentos que vivió con María Felicia Guggiari Echeverría, Chiquitunga, que fue su compañera en el convento de las Carmelitas Descalzas, en la Acción Católica y en la Escuela Normal de Profesores Nº 1 de Asunción.

Hace años, María Teresa reside en el monasterio de Benjamín Aceval, donde gracias a su tremenda predisposición recibió a La Nación. Caminó despacio, pero firme desde su habitación hasta el locutorio del monasterio, con la ayuda de un bastón y de la hermana María Estela, quien hace de enfermera y la cuida en todo momento. A penas se abrió la puerta interior y se desplazaron las cortinas, se pudo ver la figura de una mujer mayor, con una sonrisa dibujada en el rostro y dispuesta para contar las aventuras que vivió al lado de Chiquitunga.

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Al igual que las demás personas que conocieron a María Felicia, la madre María Teresa aseguró que Chiquitunga era una persona amable y muy alegre. "Fue una persona excepcional, como una estrella fugaz, pero que dejó su resplandor, que hasta ahora brilla", precisó la religiosa.

Una imagen que mantiene intacta en su memoria es del día que ingresó al convento, el 21 de noviembre de 1955. Chiquitunga era novicia desde febrero de ese mismo año, por lo tanto, hizo una bienvenida especial para sus nuevas compañeras.

"Ella nos recibió con una lluvia de flores. Se tomó el tiempo para juntar las flores de azahar y cuando ingresamos nos recibió lanzando las flores sobre nosotras. Estaba feliz porque habrían más novicias", recordó.

María Felicia y María Teresa se conocieron mucho antes de ingresar al convento, por lo tanto, muchos son los momentos que pasaron juntas. "La conocí en la Escuela Normal para Profesores Nº 1, que está detrás del Hotel Guaraní (hoy, Presidente Franco).

Como ella venía de Villarrica, el día de la presentación se subió a un banco y dijo quien era y de dónde venía a los compañeros", detalló. Ya como miembro de la Acción Católica, caminó a su lado por distintos barrios, entre ellos la Chacarita, porque su deseo era "conquistar almas para Jesús", aseguró.

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