Según los datos del Fondo de Población para las Naciones Unidas (UNPFA), las adolescentes tienen embarazos siendo cada vez más jóvenes. A esto se suma la alarmante cifra de que en los últimos 10 años, la gravidez de las niñas de 10 a 14 años aumentó en un 62,6% con relación a los datos de la década anterior. Por año se dan hasta 700 nacimientos, lo que revela que dos niñas dan a luz cada día.

Se estima que una de cada 5 muchachas será madre antes de terminar la adolescencia y según datos estadísticos, solo una de cada 10 niñas o adolescentes gestantes asistió a los controles prenatales que pueden prevenir riesgos, tanto para la madre como para el niño.

Si bien la problemática no es exclusiva de Paraguay, que tiene un 72,3% de embarazo adolescente, sí lo golpea fuertemente, ya que lo sitúa en el segundo lugar –luego de Brasil, con 75,6%– entre las más altas tazas en el Cono Sur de las Américas.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

Es por ello que los gobiernos regionales buscan estrategias para frenar el embarazo precoz y el próximo martes 6 de junio se lanzará la Estrategia Regional de Prevención del Embarazo Adolescente no Deseado, un plan de lucha que será lanzado a nivel regional.

Rocío Galiano, representante auxiliar del UNPFA en Paraguay.FOTO:AGUSTÍN ACOSTA

Rocío Galiano, auxiliar de UNPFA en Paraguay, indicó que el registro oficial del 62,6% podría ser incluso mucho mayor, considerando los casos de aborto espontáneo, registros a nombre de madres, hermanas y abuelas, así como también los nacimientos que directamente no son registrados.

Uno de los factores incidentes en el embarazo precoz es la pobreza y la falta de acceso a la educación e información. El hecho de que el 34,2% de la niñez y el 24,5% de la adolescencia esté en situación de pobreza es preponderante para que este grupo etario de féminas se embarace antes de concluir la adolescencia, considerando las uniones precoces, la falta de información y también la escasa escolaridad.

Aseguró que la permanencia en el sistema escolar es como un blindaje para las niñas y adolescentes, ya que mientras están en la escuela o colegio no quedan embarazadas.

Galiano manifestó que las niñas-adolescentes que viven en condiciones de pobreza y en las áreas rurales tienen el doble de posibilidad de quedar embarazadas que una de estrato social medio y el triple que una de posición alta.

Déjanos tus comentarios en Voiz