Un joven identificado como Martín Vera Articanaba solicitó ayuda a la ciudadanía, a través de su cuenta de Instagram para costear una millonaria cirugía para evitar perder la vista. El problema se originó a raíz de una brutal golpiza que recibió de parte de otro conductor con quien tuvo un percance vehicular. “Estoy luchando por no perder la vista, todo por la violencia extrema de un desconocido”, publicó.

De acuerdo a su relato, el hecho ocurrió el pasado 15 de abril alrededor de las 23:35, cuando estaba trabajando como chofer de plataforma. Estaba transitando por la avenida Choferes del Chaco casi Tte. Solis, cuando de golpe le salió al paso de esta última calle de forma imprudente otro vehículo, que ya no pudo evitar colisionar con él.

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Tras el percance, indicó que continuó circulando hasta llegar a la calle José Martí y Choferes del Chaco, frente a un conocido restaurante de comida oriental. Allí bajó de su vehículo para conversar con el otro conductor y buscar algún tipo de arreglo por los daños causados, ya que se ofreció a pagar.

Indicó que el otro conductor le exigió 300 mil guaraníes, a lo que el joven accedió a pagar y se dirigió a su vehículo para buscar el dinero. Sin embargo, la persona desconocida que, según Vera, aparentemente estaba alcoholizado, comenzó a agredirle físicamente.

“Repetía una y otra vez que hacía jiu-jitsu y que pesaba 110 kilos se volvió violento de forma descontrolada. Me empezó a hacer llaves primero estrangulándome. Me decía que me podía matar, me tiró al suelo, se subió sobre mí y empezó a golpearme, tantas veces que casi pierdo el conocimiento en ese momento. Antes de huir, me pateó en el rostro 2 veces con tanta fuerza que me fracturó un hueso en la base del ojo y me dijo que iba a volver para matarme”, relató en su posteo.

G. 30 millones para la cirugía

Indicó que quedó bañado en sangre hasta que una pareja de recolectores se acercó a ayudarlo y lo acompañó, luego de que su agresor huyera.

“Ahora tengo una fractura en el piso de la órbita ocular, se rompió el hueso que sostiene el ojo y la grasa orbitaria que lo mantiene en su lugar, está filtrándose por el orificio. Si no me opero en los próximos días, puedo perder la vista. La operación cuesta 30 millones de guaraníes. No tengo esa plata. Tampoco tengo justicia, porque ese tipo corrió”, lamentó.

Mencionó que la última esperanza que le queda para identificar a su agresor es si el restaurante cuenta con circuito cerrado que pueda ayudarlo. “Por favor, si viste algo, si conoces a alguien que trabaje en el restaurante o tenga acceso a las cámaras, contáctame. Esto no puede quedar impune”, concluye su posteo.

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