- Sara Valenzuela
El histórico primer viaje del Buque Hospital “Cap. N. Ing. Carlos Cubas” de la Armada Paraguaya, desde el Puerto de Asunción hasta la localidad de Alberdi, departamento de Ñeembucú, para brindar asistencia médica el pasado miércoles, estuvo marcado por la emoción de hacer historia con el primer buque paraguayo con estas características y por el caluroso recibimiento de los pobladores de la ciudad ribereña.
La travesía de más de 12 horas por las aguas del río Paraguay se llevó a cabo tras meses de planificación, en gran medida debido a las condiciones hídricas del cauce, ya que para la navegación del buque se necesita contar con ciertas condiciones climáticas, como son la profundidad de las aguas gravemente afectada por la sequía.
Si bien la embarcación tiene varias cuestiones técnicas que destacar, probablemente el punto que debe ser más valorado es la experiencia y preparación técnica de los hombres que hicieron posible que la embarcación no solo llegue hasta su destino, sino que lo hiciera sin ningún inconveniente, cumpliendo a su vez con su misión de asistencia médica y regresando a Asunción.
Los profesionales a bordo del Buque Hospital de la Armada en este primer viaje fueron el capitán José Alejandro Rolón; teniente Óscar Javier Cubas Balbuena; teniente Mauro Ezequiel Aguilar Almirón, y los suboficiales Richart Ocampos Ríos, Víctor Manuel Ruiz Díaz Lugo, Edgar Daniel Galeano López, y Danilo Nicolás Guerrero Amarilla. Igualmente, los suboficiales primero Arnaldo Andrés Bogado Rojas, Celso Ricardo Díaz Marecos, y Carlos Javier Noguera Fariña, como así también el suboficial segundo Arnaldo Martín Merecos Rivas.
En conversación con La Nación/Nación Media, el capitán José Alejandro Rolón destacó que, si bien no era la primera travesía que realizaba el buque, sí es la primera en su carácter de buque hospital, ya contando con los cambios pertinentes y los equipos necesarios por los médicos, por lo que la dinámica de trabajo también fue configurada para este enfoque.
“Lo que nosotros siempre pregonamos por sobre todas las cosas es la seguridad. Se manejó tomando una velocidad prudencial aguas abajo y llegamos bien a la hora estimada sin ningún contratiempo, afortunadamente. Cambios por completo en la estructura del buque no fueron necesarios; sí podría decirse que se reconfiguró, en especial los compartimentos originales que fueron modificados para que cuenten con las especificaciones técnicas para las diferentes atenciones que pueden ser brindadas a bordo”, comentó el capitán Rolón.
En cuanto a la dinámica del trabajo a bordo, remarcó que el equipo bajo su mando es uno con gran experiencia y sobre todo capacitado para este tipo de trabajos, recordando que cada uno cuenta con un lugar clave y es encargado de ciertas tareas dentro de la embarcación, asegurándose así que todas las áreas permanezcan cubiertas ante cualquier eventualidad.
“Todos los que nos encontramos aquí hemos sido formados, pero claro, cada travesía es una experiencia única y lo que uno siempre hace es poner el máximo empeño y demostrar una actitud de liderazgo y de querer hacer las cosas. Nosotros no trabajamos de manera apresurada, lo hacemos con dinamismo y coordinación, logrando responder rápido a cada circunstancia, pero sin perder la calma o el control”, explicó el capitán del Buque Hospital.
El capitán explicó que existen condiciones externas que hacen que navegar se torne en algunas ocasiones más peligrosas, citando, por ejemplo, condiciones que no se pueden controlar, como la corriente, el viento y las condiciones del cauce hídrico, y que son estas características con las cuales se debe saber lidiar a la hora de embarcarse, para poder actuar conforme a la situación.
“Se puede entender en este caso que como capitán soy el único responsable de la unidad y claro, la responsabilidad es grande. Nosotros somos idóneos en la materia de planificación, entonces se planificó, se analizó y se ejecutó esta tarea y dentro de nuestra perspectiva hemos logrado eficazmente nuestro trabajo. Yo me siento sumamente orgulloso del equipo de trabajo y de su formación”, reforzó el capitán José Rolón.
Más sobre el buque hospital
En un principio, el Buque Hospital era utilizado como yate crucero presidencial; fue construido en el Arsenal de Marina de la Armada Paraguaya, con profesionales paraguayos. El plano básico de este buque fue proyectado por el contraalmirante ingeniero Jose Alfredo Bozzano Baglietto en el año 1968, y fue puesto en funcionamiento de forma oficial el 4 de mayo de 1982, tripulado por personal de servicio activo de la Armada Paraguaya hasta la fecha.
Esta embarcación fluvial fue adaptada y equipada para ser un centro ambulatorio flotante para los ciudadanos, siendo dotada además con diferentes equipamientos para brindar atención médica en especialidades como clínica médica, ginecología, pediatría, odontología, oftalmología, ecografía, dermatología, ecocardiografía y análisis clínicos básicos.
La puesta en funcionamiento del Buque Hospital contó con la estrecha colaboración de la Fundación Stella Maris, con un aporte de alrededor de 150.000.000 de guaraníes destinados en su totalidad para la adquisición de equipamientos médicos y demás accesorios e insumos necesarios.
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