La Policía Nacional allanó este miércoles un aguantadero de vehículos en la ciudad de San Antonio y detuvo al presunto robacoches identificado como Raúl Cristaldo Amarilla, quien pertenecería a una banda que opera a nivel nacional. Una vivienda era utilizada por los malvivientes para modificar los automóviles y luego comercializarlos a grupos criminales que los utilizaban en asaltos y otros atracos perpetrados en varios puntos del país.
El procedimiento estuvo a cargo de agentes del Departamento Contra el Crimen Organizado, quienes capturaron al sujeto que sería líder de una organización de robacoches. Según los intervinientes, uno de los últimos golpes atribuidos a este grupo delincuencial se produjo en San Lorenzo el pasado 21 de febrero donde habían robado un auto.
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Tras una investigación, se logró localizar la casa de Cristaldo y ni bien se ingresó al inmueble ya se encontraron dos vehículos sin documentación. Uno de ellos ya se comprobó que es hurtado, se trata de un Kia Picanto de color negro, con chapa BLB 364 que estaba en proceso de modificación. El otro automóvil es de la marca Volkswagen tipo Virtus.
Una casa con escasos muebles
Un detalle curioso es que en la vivienda no había camas, sino solo colchones y unos pocos muebles. Se incautaron algunas ropas, herramientas, teléfonos celulares. Según los investigadores se trata de un esquema grande de delincuentes donde cada integrante tiene una función específica que incluye al levantador y al reducidor.
Se presume que los rodados hurtados en diferentes puntos del país se acondicionaban en este lugar y luego se vendían a grupos criminales que se dedican a realizar asaltos. “Nosotros consultamos con el propietario de la casa, él no supo justificar la presencia de estos vehículos acá. Sí dice que este vehículo rojo es de su hermana, pero al encontrar un vehículo irregular ya tenemos la presunción de que estarían preparando para hechos punibles”, señaló el comisario Óscar Cáceres al canal NPY.
Afirmó que en ese lugar los criminales “dejaban enfriar los vehículos” para prepararlos por ejemplo cambiando el chasis para colocar a otro de similares características. “Una vez preparado se le vende o se le cede a la gente que va a cometer el hecho punible, ya sea robo”, indicó.
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