En Paraguay, los indicadores de violencia y vulnerabilidad de niñas y adolescentes reflejan la urgencia de una respuesta inmediata. De acuerdo con DGIES, en 2022, la muerte de mujeres adolescentes por causas relacionadas al embarazo fue la sexta causa de fallecimiento en esta población, con una tasa de mortalidad materna adolescente de 85,8 por cada 100,000 nacidos vivos.
Además, cada semana se registraron en promedio 9 partos de niñas de 10 a 14 años, asociados al abuso sexual y a la falta de servicios de consejería amigable. En adolescentes de 15 a 19 años, la cifra asciende a 32 partos diarios, reflejando una problemática que requiere atención inmediata (DGIES - MSPyBS, 2023).
Según datos de la Policía Nacional, los feminicidios han aumentado sostenidamente en la última década. Mientras que en 2015 la tasa era de 0,6 por cada 100.000 mujeres, en 2023 esta cifra se duplicó a 1,3. El 91% de las víctimas de violación menores de 17 años fueron niñas y adolescentes, una situación que responde a normas sociales que perpetúan la violencia.
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Violencia extendida
Si bien en Paraguay el 80% de las víctimas de abuso sexual son menores de edad (Ministerio Público de Paraguay, 2021), la violencia contra niñas y mujeres es un problema extendido en toda Sudamérica.
En países como Ecuador, 7 de cada 10 mujeres han sufrido algún tipo de violencia (Ministerio de Salud Pública, 2021), mientras que en Perú, al cierre del 2024, se registraron 142.173 denuncias de violencia contra las mujeres (Centro de Emergencia Mujer, 2024). En Bolivia, de enero a octubre del 2024, de los más de 9.300 casos de violencia sexual registrados, 4.648 son contra mujeres y niños según datos del Ministerio Público.
Frente a esta alarmante realidad, Plan International ha impulsado diversas acciones que han beneficiado a más de 569.000 mujeres jóvenes y niñas en la región, según los informes anuales de la organización en cuatro países sudamericanos: Bolivia, Ecuador, Paraguay y Perú, brindándoles herramientas para prevenir y protegerse de la violencia.
En Paraguay, se han promovido acciones para la capacitación de funcionarios públicos en la atención y prevención de la violencia hacia la mujer. Parte de esta estrategia también incluye el trabajo con niños, adolescentes y hombres adultos en la promoción de nuevas formas de relacionamiento basadas en el respeto y el cuidado.
“A través de talleres y espacios de diálogo, se busca fortalecer habilidades para la resolución pacífica de conflictos y construir relaciones libres de violencia. Estas iniciativas han sido clave para generar cambios positivos y sostenibles en las comunidades, logrando beneficiar en el último año a más de 390 mil personas en protección contra la violencia, de las cuales, más de 197 mil fueron niñas y adolescentes menores de 18 años en nuestro país”, añade Noelia Errecarte, representante País de Plan International Paraguay.
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El país que queremos
En el marco de estos esfuerzos, Plan International lanza la campaña “El país que queremos”, una iniciativa que no sólo visibiliza las demandas de niñas y mujeres jóvenes, sino que resalta su papel activo en la construcción de sociedades con oportunidades para todas las personas y seguras para las mujeres. La campaña busca generar conciencia y fomentar alianzas para garantizar un futuro libre de violencia.
A medida que Paraguay y Sudamérica avanzan hacia un desarrollo más inclusivo, siguen enfrentando desafíos significativos en la erradicación de la violencia hacia la mujer. La articulación de esfuerzos entre gobiernos, sociedad civil y el sector privado es clave para garantizar que niñas y mujeres vivan libres de violencia.
La implementación de políticas públicas efectivas, la inversión en educación con perspectiva de equidad y el fortalecimiento de los sistemas de justicia son pasos fundamentales para transformar la realidad de miles de mujeres y niñas en la región. Solo a través de un compromiso sostenido y colectivo se podrá construir el país que todas y todos anhelan.
Acerca de Plan
Es una organización sin fines de lucro, humanitaria y de desarrollo que tiene el propósito de trabajar por un mundo justo que promueva los derechos de la niñez y la igualdad para las niñas. Trabaja en Paraguay desde hace 30 años implementando programas y proyectos en Central, San Pedro, Guairá, Caaguazú y Paraguarí, trabajando en más de 330 comunidades y alcanzando a más de 18.000 familias.