Siete niños se vieron beneficiados con diferentes tipos de cirugías reconstructivas en el marco del programa Ñemyatyro, que contó con la asistencia del equipo multidisciplinario del Departamento de Cirugía del Hospital General Pediátrico “Niños de Acosta Ñu”.
El Ministerio de Salud destacó, entre las múltiples cirugías, una corrección de malformación cervical a un paciente con diagnóstico de pterigium colli; también correcciones de paladares hendidos en pacientes con patologías asociadas a microretrognatia y en dedos que estaban fusionados en una mano.
“Estas cirugías no solo son complejas por el procedimiento, sino que muchas de ellas, por tratarse de pacientes con patologías de base, afección congénita o genética, que hacen que su intraoperatorio -desde el punto de vista clínico- como su posoperatorio, sea de mucho cuidado”, refirió el doctor Alberto Rovira, jefe del Departamento de Cirugías Pediátricas del Acosta Ñu, durante una declaración para el equipo de comunicación del Ministerio de Salud.
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El programa Ñemyatyro inició en el 2012 con el objetivo de descentralizar la atención médica, ofreciendo cirugías reconstructivas en todo el país y logrando así mejorar la calidad de vida de niños y adultos, ofreciendo cirugías plásticas reconstructivas sin que ello represente costo monetario para los usuarios. Hasta la fecha ya se han realizado 5.000 cirugías en todo el territorio nacional.
Finalizadas las actividades en el Hospital Pediátrico, el equipo del Centro Nacional de Quemaduras y Cirugías Reconstructivas (Cenquer), psicólogos, enfermeras, pediatras, clínicos, nutricionistas, acompañados por el equipo de anestesia del Hospital Nacional de Itauguá y los cirujanos plásticos que llegaron desde Francia e Italia, se trasladó hasta Concepción, donde se tiene previsto realizar 100 procedimientos quirúrgicos.
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Iniciaron las cirugías reconstructivas del Programa Ñemyatyro en Concepción
Unas 120 cirugías plásticas reconstructivas están programadas en el Hospital Distrital de Concepción, en el marco del Programa Ñemyatyro. Un equipo multidisciplinario conformado por 40 profesionales, incluyendo a médicos de Italia y Francia, arrancó ayer miércoles con las intervenciones quirúrgicas sin costo alguno, con una importante concurrencia de pacientes, que se extenderán hasta el viernes 14 de febrero.
El doctor Bruno Balmelli, cirujano plástico del Centro Nacional de Quemaduras y Cirugías Reconstructivas (Cenquer) y uno de los coordinadores del programa, destacó que esta es la tercera vez que el programa se desarrolla en el departamento de Concepción y que, tras cada edición aumentan, los ciudadanos interesados debido a la tasa de éxito obtenida.
“El programa Ñemyatyro es un programa emblemático del Ministerio de Salud. Está ejecutado por el Centro Nacional de Cirugía Reconstructiva y Quemaduras y también por el área de anestesia del hospital de Itauguá. Hemos iniciado con un proyecto pequeño a finales del 2012 y, bueno, actualmente podemos decir que durante 13 años hemos realizado más de 5.000 cirugías”, comentó Balmelli al corresponsal de Nación Media, Ángel Flecha.
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Hasta el Hospital Distrital de Concepción se trasladaron más de 40 profesionales, entre ellos el equipo del Cenquer constituido por psicólogos, enfermeras, pediatras, clínicos, nutricionistas, acompañado a su vez por el equipo de anestesia del Hospital Nacional de Itauguá y los cirujanos plásticos que llegaron desde Francia e Italia.
Al ser consultado sobre la cantidad de las cirugías a realizarse, el médico explicó que en muchos de los casos que pudieron ser analizados durante el proceso previo a las intervenciones constataron que varios pacientes no necesitan una cirugía, sino que un tratamiento de fisioterapia específico; así también se dieron casos de personas que estaban en la lista de las intervenciones y que, a causa de alguna patología, no se encuentran en condiciones para ingresar al quirófano.
“Al final, lo que buscamos con esto es descentralizar una especialidad quirúrgica que es de difícil acceso, como lo es la cirugía plástica reconstructiva. Ustedes saben lo que cuesta trasladarse hasta Asunción; a veces uno se traslada hasta allá y no hay camas y se suspende la cirugía y vuelven otra vez los pacientes y sus familiares con la ilusión desmoronada sin ver la solución para sus hijos. Con estas intervenciones logramos conseguir la reinserción laboral y social de nuestros pacientes”, remarcó el doctor Bruno Balmelli.
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Clínicas atiende a 1.000 niños con cáncer en distintas etapas, cada año
Cada año, el Departamento de Hemato-oncología Pediátrica (HOPE) de la FCMUNA - Hospital de Clínicas atiende aproximadamente a 1.000 niños con cáncer en distintos estadios. La leucemia linfoblástica aguda es la más frecuente, con una tasa de curación superior al 75 %. En el caso de los tumores sólidos, la sobrevida alcanza el 60 %, aunque estos suelen requerir estudios y tratamientos que en muchos casos deben gestionarse fuera del hospital, como la radioterapia.
Según la Prof. Dra. Angélica Samudio, jefa de HOPE, el acceso a medicamentos es un esfuerzo conjunto entre el Hospital de Clínicas, el Ministerio de Salud y fundaciones. No obstante, alcanzar una mayor tasa de sobrevida sigue siendo un desafío.
“La meta de la OMS para 2030 es que los países de Latinoamérica superen el 60 % de sobrevida. Paraguay está en esa franja, pero debemos reducir la brecha de desigualdad con los países desarrollados, donde la tasa alcanza el 90 %”, afirmó.
Diagnóstico temprano
Uno de los principales retos es el diagnóstico temprano. La especialista enfatizó la necesidad de mejorar la detección precoz y el acceso a centros especializados con tecnología avanzada y equipos médicos altamente capacitados. “Debemos tener en cuenta que el cáncer no se previene, sino que lo más importante es conocer los síntomas y diagnosticar tempranamente. También tener un diagnóstico preciso”, resaltó.
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Manifestó que sigue siendo un desafío que los pacientes de todo el país pueden acceder tempranamente a un diagnóstico, a un estadiaje correcto y posteriormente un acceso al tratamiento, que incluye desde médicos capacitados, centros de excelencia para el tratamiento de niños con cáncer, el acceso a drogas, el acceso a radioterapia, el acceso a trasplante de médula.
Otro aspecto crucial es el acompañamiento integral del paciente y su familia. Para ello, se trabaja en la clasificación del riesgo social y en la capacitación de los padres. Además, se está elaborando un cuadernillo informativo sobre el proceso de tratamiento, que en el caso de la leucemia dura aproximadamente dos años.
Trabajo en red
La Dra. Samudio destacó la importancia del trabajo en red para garantizar el acceso equitativo a la atención. “El cáncer pediátrico es un problema de salud pública y requiere un sistema de atención descentralizado. Es fundamental mapear el país para identificar dónde se deben replicar centros de excelencia y evitar que los pacientes tengan que trasladarse largas distancias para recibir tratamiento”, explicó.
En este contexto, la Fundación Renaci ha implementado clínicas satélites que permiten acercar ciertos tratamientos de quimioterapia a los pacientes en sus propias comunidades. Asimismo, se apuesta por la capacitación continua de los médicos mediante videoconferencias y tutorías especializadas.
Dignidad y bienestar del paciente
La especialista también reflexionó sobre las condiciones socioeconómicas de muchos pacientes y sus familias. “En los primeros años del servicio, nos preguntábamos por qué algunos padres no traían a sus hijos a consulta. Luego, al conocer sus realidades, entendimos que la pregunta correcta era cómo lograban traerlos”, recordó.
Bajo esta premisa, el departamento ha promovido iniciativas para mejorar la calidad de vida de los niños durante su tratamiento, como la dotación de espacios dignos y adecuados en el hospital. Entre los proyectos que dijo sería bueno implementar, como existen en algunos países, es la creación de un “carrito saludable” que ofrezca alimentación nutritiva y atractiva para los pacientes. “Estos niños, debido a los tratamientos, suelen tener apetitos selectivos. Un menú diseñado específicamente para ellos ayudaría a mejorar su estado nutricional sin dejar de lado sus preferencias”, comentó.
El proyecto necesita padrinos y apoyo tanto del sector público como privado. “Sería ideal contar con el respaldo del Gobierno para hacer realidad esta iniciativa dentro del programa ‘Hambre Cero’”, concluyó la Dra. Samudio.
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Unicef alerta de los riesgos que acechan a la infancia en la red
Unicef España, con motivo del Día de Internet Segura que se celebra cada 11 de febrero, ha advertido de los riesgos que acechan a la infancia y la adolescencia en la red: el uso temprano, intensivo y sin acompañamiento de los dispositivos digitales; la exposición a contenidos inadecuados (pornografía, discursos de odio, trastornos alimenticios, fake news o violencia, entre otros); el contacto online con desconocidos; o comportamientos como el ciberacoso o la sextorsión.
Para la organización, lograrlo pasa por medidas como ser capaces de prevenir -a nivel comunitario e integral- episodios de riesgo, contar con mecanismos ágiles de intervención temprana ante la detección de algún caso y con capacidad de intervención ante situaciones graves, y establecer procesos sólidos de reparación a las víctimas.
“Solo trabajando de la mano de gobierno, instituciones públicas, sector privado, centros educativos, organizaciones de protección a la infancia y las propias familias, podremos hacer del entorno digital un espacio realmente seguro, libre de violencia y donde los niños, niñas y adolescentes puedan crecer y desarrollarse”, ha señalado el responsable de Educación y Derechos Digitales de Unicef España, Nacho Guadix.
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Asimismo, considera que “es crucial trabajar para garantizar que todos los niños y niñas puedan acceder de manera segura al mundo digital independientemente de su ubicación o situación socioeconómica, que puedan adquirir todas las competencias digitales que les conviertan en usuarios con conocimiento de los riesgos que entraña la red y de las herramientas a su alcance para evitarlos, y que se escuche a los propios niños, niñas y adolescentes para construir una Internet más inclusiva”.
Unicef España recuerda que lleva años trabajando para proteger a la infancia también en el entorno digital y, tras realizar un análisis del impacto de la tecnología sobre la adolescencia, la organización forma parte de iniciativas como el Pacto de Estado para la protección de la infancia en el mundo digital, campañas con entidades como la Agencia Española de Protección de Datos y la Fundación ATRESMEDIA, o un proyecto en colaboración con MasOrange.
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Además, formó parte del Comité de personas expertas para el desarrollo de un entorno digital seguro para la juventud y la infancia, coordinado por el Ministerio de Juventud e Infancia y cuyo informe de recomendaciones debería contribuir al avance del Anteproyecto de Ley Orgánica para la protección de las personas menores de edad en los entornos digitales.
“A día de hoy estamos lejos de tener una Internet segura, lo que no es obstáculo para reconocer los beneficios que pone a nuestro alcance. Será necesario reafirmar nuestro compromiso para que la infancia no esté al servicio de la tecnología y sea la tecnología la que tenga sentido al estar orientada hacia el ser humano, en especial a los más jóvenes. Porque los derechos de infancia deben cumplirse, también, en el mundo digital”, ha concluido Guadix.
Fuente: Europa Press.
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Uso excesivo de pantallas en la infancia genera “sobrecarga cognitiva”
El uso temprano y excesivo de dispositivos digitales en la infancia puede mejorar ciertas habilidades, pero también conlleva riesgos como la “sobrecarga cognitiva” que puede provocar reducción de la atención, problemas en los procesos de aprendizaje o retrasos en el desarrollo del lenguaje, entre otros, según un estudio titulado ‘Uso de dispositivos digitales y desarrollo cognitivo infantil: exploración de sus efectos sobre las capacidades cognitivas’.
“Cuando los dispositivos se usan excesivamente para entretenerse, como ver vídeos o jugar a juegos no educativos, pueden contribuir a la sobrecarga cognitiva, lo que dificulta el desarrollo de la retención de la memoria y los procesos de aprendizaje. Por lo tanto, la sobrecarga cognitiva es particularmente perjudicial durante las primeras etapas del desarrollo, donde se están estableciendo las habilidades cognitivas y de aprendizaje fundamentales”, advierten los autores en el estudio, consultado por Europa Press.
En concreto, el informe, elaborado por Vicente Javier Clemente-Suárez, Ana Isabel Beltrán-Velasco, Silvia Herrero-Roldán, Stephanie Rodríguez-Besteiro, Ismael Martínez-Guardado, Alexandra Martín-Rodríguez y José Francisco Tornero-Aguilera, analiza los efectos positivos y negativos de las tecnologías digitales en funciones cognitivas, desarrollo cerebral y resultados conductuales. Los investigadores proceden de distintas universidades como la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), la Universidad Europea, la Universidad de Nebrija, la UNIE y la Universidad de la Costa (CUC).
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Las conclusiones del estudio muestran que el impacto del uso de dispositivos no es uniforme, ya que factores como edad, género y nivel socioeconómico pueden modular sus efectos. Por ejemplo, señala que mientras ciertas tecnologías pueden mejorar funciones ejecutivas y el rendimiento académico al fomentar la participación y motivación de los estudiantes, su uso desmedido puede generar distracciones, afectar el enfoque y reducir el rendimiento.
“El contenido educativo diseñado para ser interactivo y que promueve el pensamiento crítico y la resolución de problemas puede apoyar el desarrollo cognitivo. Por el contrario, el consumo pasivo de contenido, como mirar vídeos durante mucho tiempo o interactuar con aplicaciones demasiado estimulantes, no contribuye de manera similar e incluso puede perjudicar la capacidad cognitiva y el desarrollo de la función ejecutiva”, concretan los autores del informe.
Problemas de sueño y comportamientos disruptivos
Otros efectos negativos, según la investigación, incluyen la disminución de la atención sostenida, interrupciones en los patrones de sueño y, en casos extremos, comportamientos disruptivos.
“Los mismos mecanismos que potencialmente mejoran ciertas habilidades cognitivas también pueden conducir a resultados negativos. La exposición prolongada a la multitarea basada en pantallas puede sobrecargar la capacidad cognitiva del cerebro, lo que lleva a una reducción en la eficiencia de los circuitos neuronales involucrados en el pensamiento profundo y concentrado y la atención sostenida”, apuntan, desde el punto de vista neurofisiológico.
Por otro lado, en cuanto a la cognición social, los investigadores observan una dualidad: los dispositivos digitales pueden favorecer la colaboración y la empatía, pero también pueden provocar aislamiento social y dificultades en la interacción cara a cara.
“La hipótesis del desplazamiento postula que el tiempo frente a la pantalla podría desplazar el tiempo dedicado a actividades cognitivamente beneficiosas como la lectura y la interacción cara a cara, lo que conduce a posibles retrasos en el desarrollo”, añaden.
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Además, apuntan que el uso excesivo de medios digitales puede obstaculizar habilidades como el lenguaje y la resolución de problemas, mientras que un uso controlado e intencionado puede fomentar la creatividad y habilidades cognitivas específicas.
En concreto, los investigadores advierten de los efectos adversos en los niños más pequeños pues precisan que “la sobrecarga cognitiva es particularmente perjudicial durante las primeras etapas del desarrollo, donde se están estableciendo las habilidades cognitivas y de aprendizaje fundamentales”.
“La primera infancia es un período de rápido desarrollo cerebral, y el exceso de tiempo frente a pantallas durante estos años formativos puede tener consecuencias duraderas”, alertan, al tiempo que citan la recomendación de la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP) que aconseja que los niños menores de 18 meses eviten el uso de pantallas, salvo las videollamadas, y que los niños de entre 2 y 5 años de edad se limiten a una hora por día de programación de alta calidad.
Retrasos en el desarrollo del lenguaje
Además, avisan de los efectos negativos de las pantallas cuando el tiempo que los menores pasan frente a ellas reemplaza actividades como el juego físico, el aprendizaje interactivo y las interacciones sociales cara a cara, lo que “puede impedir el desarrollo de habilidades cognitivas críticas”. Por ejemplo, señalan que las investigaciones han demostrado que “el tiempo excesivo frente a la pantalla está asociado con retrasos en el desarrollo del lenguaje, que es particularmente pronunciado en los niños pequeños”.
Por ello, recomiendan “equilibrar el contenido, el contexto y la duración del uso de los dispositivos” para aprovechar los beneficios de la tecnología y, al mismo tiempo, mitigar los riesgos asociados con la sobrecarga cognitiva y el posible deterioro de las funciones cognitivas esenciales. También subrayan la importancia de la mediación parental.
Entre otros consejos para padres y escuelas, plantean: fomentar un uso equilibrado de los dispositivos digitales; seleccionar contenido educativo ajustado a la edad; participar activamente en las actividades digitales del niño; monitorear y orientar; promover una buena higiene digital; formar a los profesores sobre cómo usar eficazmente las pantallas en el aula; educar a los niños sobre la seguridad en línea y el uso responsable de la tecnología, o combinar los métodos de enseñanza tradicionales con recursos digitales.
En conclusión, los autores del estudio apuntan que “los dispositivos digitales ofrecen oportunidades valiosas para el desarrollo cognitivo y educativo, pero su uso debe ser cuidadosamente regulado para evitar efectos adversos en el desarrollo cognitivo, psicológico y social de los niños”. Si bien, añaden que se requiere más investigación para comprender a largo plazo sus impactos.
Fuente: Europa Press.