Desde diciembre de 2019, la Ley n.º 6463 establece una regulación de los teléfonos en las aulas, por la cual se deberán guardar durante el desarrollo de clases. Ahora, el diputado José Rodríguez plantea la prohibición de los celulares en las escuelas, exceptuando su uso didáctico y para emergencias. Este proyecto de ley abrió un debate, en que los especialistas señalan una realidad tenebrosa sobre el acceso liberado que se le da a los menores de edad a la tecnología

Nadie sataniza la tecnología, pero el daño que están haciendo al dar celular a los niños desde los dos años, que los trata como adultos, es algo irreversible”, advirtió Miguel Ángel Gaspar, director de Paraguay Ciberseguro, en entrevista con la radio Universo 970 AM/Nación Media. “Nunca antes tuvimos tantos niños con diagnósticos de adultos, de depresión y hasta medicados por la sobreexposición y sobreestimulación por este dispositivo que no es académico”, agregó.

“Prohibimos armas, alcohol y cigarrillos en los colegios. ¿Por qué no hacemos lo mismo con los celulares, cuando sabemos que están causando un daño evidente?”, comentó el especialista en ciberseguridad, ante el temor de centrar el debate en la palabra “prohibición”. Citó ejemplos como Finlandia y España, que ya implementaron leyes para retirar los celulares de las aulas tras analizar múltiples estudios científicos que demuestran los efectos negativos de la hiperestimulación causada por estos dispositivos.

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El entrevistado señaló que algunos niños de apenas 6 años de edad ya comparten fotos desnudos o en ropa interior sin que los padres se animen a revisar los celulares; a los 7 u 8 años participan en grupos de WhatsApp (ante la insistencia de los propios profesores que creen que es el mejor canal para estar comunicados) pese al contenido violento, obsceno y sexual, y además resaltó que los casos de ciberacoso muchas veces terminan con la víctima cambiando de institución, ya que los protocolos actuales no son efectivos.

Gaspar propuso soluciones prácticas, como el uso de teléfonos básicos que solo permitan llamadas y mensajes, pero que no tengan acceso a redes sociales. Además, resaltó la importancia de establecer límites claros y educar a los padres sobre el control de dispositivos.

Distracciones y enfermedad

Por su parte, el pediatra Robert Núñez compartió en redes sociales su opinión, señalando riesgos asociados al uso temprano de estos dispositivos en niños, como la afectación del desarrollo socioemocional, ya que el uso indiscriminado de dispositivos móviles puede interferir en la interacción social de los estudiantes, disminuyendo su capacidad de establecer vínculos, de comunicarse de manera efectiva y de trabajar en equipo.

También comentó que las distracciones constantes que generan los móviles pueden perjudicar el rendimiento académico, limitando la capacidad de concentración y el desarrollo de habilidades cognitivas. Además, el tiempo prolongado frente a pantallas se asocia con problemas como fatiga visual, alteraciones de la postura y sedentarismo, incrementando el riesgo de obesidad infantil.

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