Una mujer denunció a su expareja por violencia y coacción sexual en la ciudad de Quiindy, departamento de Paraguarí. Tras mantener una relación tormentosa durante siete años, la joven decidió separarse, pero el hombre no acepta la ruptura y sigue amenazándola constantemente. La víctima teme por su vida y la de sus dos hijos que presenciaron sistemáticamente los hechos de violencia, conforme expresó.
Gladys Martínez (24) dijo que su exmarido Luis Peralta (40) “es muy peligroso y siempre está armado”, por lo que clama la intervención de los organismos pertinentes para poner entre rejas a su agresor.
“Temo por mi vida y por la seguridad de mis niños. Y si me permiten a continuación voy a comentarles un poco sobre mi caso. Estuve siete años en compañía de mi pareja acá viviendo. En esos años eran constantes maltratos, nosotros tenemos dos pequeños en común y resultando ellos víctimas también porque presenciaban todo eso”, relató la mujer a la 1020 AM.
Afirmó que “siempre había todo tipo de maltratos” con varios episodios de violencia y ante tal situación la mujer salía corriendo para recluirse en la casa de su madre. “Vivía siempre en hostigamiento y ya que el único lugar a donde iba sola era la facultad como era una persona muy celosa. Y me violentaba en todo sentido, en forma física, verbal, sicológica”, subrayó.
La víctima aseveró que durante los siete años de convivencia sufrió todo tipo de agresión. “Todo el tiempo en realidad y cada vez aumentaba la intensidad por celos. O sea, él era una persona muy celosa, es una persona que toma y es así”, expresó.
Dijo que pese a las constantes agresiones seguía la relación hasta que en la última ocasión “el golpe fue grande”, que la obligó a poner fin a la relación. “Literal estuvo por matarme, a Dios gracias yo salí corriendo para la casa de mi mamá”, señaló.
Martínez recordó que el último hecho de violencia se registró en abril del 2024. “Yo decidí mudarme de nuevo en la casa de mi mamá por mi seguridad y la de mis niños mismos. Me alejé en forma pacífica nada más porque no quería justamente llegar a esto porque él es el papá de mis hijos después de todo”, manifestó.
La joven indicó que no quería perjudicar a su expareja porque tenían un negocio juntos, motivo por el cual optó por el distanciamiento en forma pacífica sin recurrir a los estrados judiciales. “El lo que no quería era aceptar la ruptura y me atosigaba en todo sentido y en todas las formas que se pudiere. Durante los siete años era la violencia en todos los sentidos hasta inclusive violencia económica porque él me manipulaba hasta con eso”, puntualizó.
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