Los Reyes Magos llegaron hasta los hospitales de Encarnación
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Este lunes, se iluminó con la particular alegría de los niños que esperaban ansiosos la llegada de los Reyes Magos y, en el marco de esta conmemoración especial, varios ciudadanos voluntarios llegaron hasta los centros asistenciales de referencia en Encarnación para repartir juguetes y golosinas y así mantener viva la magia de esta festividad, logrando que ningún niño quede sin un obsequio.
En este sentido, varios integrantes del Club de Motos Antiguas y Clásicas del Sur llegaron hasta el Hospital Pediátrico de Encarnación y el Hospital Regional de Encarnación vestidos como los Reyes Magos y repartieron regalos a todos los niños hospitalizados y también a aquellos que estaban consultando o acompañando a algún familiar en el pabellón.
En conversación con la corresponsal de Nación Media, Rocío Gómez, Daniel Mlot uno de los representantes del grupo, destacó que este es el sexto año en que realizan esta actividad y que, conforme pasan los años, cuentan cada vez con mayor participación y, por sobre todo, fondos.
“Somos varios los integrantes del grupo y contamos con la colaboración de todos para la compra de los regalos posteriormente, dependiendo del día, y como en este caso la festividad caía entre semana y las entregas deben ser por la mañana, organizamos un grupo que pueda ir a entregar los regalos. Cada año vamos comprando más regalos y golosinas porque no queremos que ningún niño o niña queden sin juguetes”, comentó Daniel Mlot.
El mismo destacó que dentro del estatuto del grupo está la organización de actividades solidarias, por lo que cuentan con un calendario preestablecido, siendo la primera del año el festejo del día de Reyes. Así también participan de festejos del Día del Niño y realizan asistencias a escuelas rurales.
Rescatan niños indígenas en la costanera de Encarnación
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Se llevó a cabo un operativo conjunto en Encarnación y en el que intervino el Ministerio de la Niñez y la Adolescencia para constatar la presencia de niñas, niños y adolescentes en situación de vulnerabilidad. El procedimiento se desarrolló en la costanera de la ciudad donde se identificó la presencia de 50 niñas y niños, entre los cuales se encontraban 3 bebés, 5 adolescentes y 15 adultos de la parcialidad mbya, de las comunidades de Guavirami, distrito de Trinidad y Manduvi’y, distrito de Pirapó.
Las familias indígenas accedieron al traslado de niñas y niños, en tanto 9 adultos acompañaron el traslado al Espacio de Cuidado Kuña ha Mitã Kunu’u del Programa Abrazo, donde recibieron el servicio de alimentación y descanso.
La Defensoría de la Niñez y la Adolescencia, con apoyo de la Codeni, labró actas del procedimiento y relevaron los datos de los niños y sus familias, para determinar medidas de protección como inclusión a los programas de protección social. Los niños serán traslados a su comunidad de origen, en compañía de adultos referentes.
Los adultos fueron apercibidos de que incurrir nuevamente en hechos que vulneren los derechos de los niños se procederá a la derivación al Ministerio Público, para la investigación y sanción correspondiente.
Para el director de Protección y Promoción de Derechos del Minna, Jorge Amarilla, este procedimiento “es una respuesta conjunta muy importante, con acciones de protección contundentes. Es importante resaltar que bajo ningún sentido el derecho consuetudinario de los pueblos indígenas puede prevalecer sobre los derechos de la niñez y más cuando hablamos de exposición al peligro, trabajo infantil y consumo de sustancias”.
La Coordinación Regional del Minna seguirá monitoreando cada caso, junto con referentes de la Codeni de Encarnación, Departamento de Asuntos Indígenas de la Gobernación de Itapúa y la Defensoría de la Niñez, quienes estuvieron presentes durante el Operativo, así como la Policía Nacional.
El poeta, periodista, orador guaraní y sastre Clementino Ocampos fue quien escribió la poesía 6 de enero, que posteriormente se convertiría en canción. Foto: Pexels
Si bien el 6 de enero es una fecha que se ha vuelto sinónimo de festejos, regalos y alegría para los niños por la llegada a sus hogares de los tres Reyes Magos, la realidad de la desigualdad no es posible eludirla, al punto que una de las canciones más populares del país hace referencia a la tristeza de aquel niño que en algún lugar se lamenta porque no ha tenido la suerte de recibir su obsequio, a pesar de su buen comportamiento y de merecer un presente tanto como cualquier otro.
El poeta, periodista, orador guaraní y sastre Clementino Ocampos inmortalizó esta dualidad dolorosa al escribir la poesía 6 de enero, inspirado en un episodio de su vida y la de su hija Ramona Belarmina, quien un Día de Reyes debió de hacerle a sus padres una pregunta que punzó en el pecho de Ocampos como una daga afilada, pregunta que años más tarde no sería olvidada, sino que perpetuaría en la memoria colectiva, haciendo este hecho en particular el espejo colectivo de aquellos niños que aguardaban a unos reyes del Oriente que no llegarían.
“Cuando él escribió la letra de la actual canción, él se encontraba en Formosa, ya que huyeron tras la revolución del 47 y en el vecino país empezó a trabajar como sastre, y fue en la víspera de esa festividad de Reyes que tenía un traje que se puso a terminar rápidamente para recibir su pago, pero finalmente quien se lo encargó no vino a retirar nunca la prenda y él quedó sin la posibilidad de ir a comprarle un obsequio a su hija y ese hecho de no poder cumplir con el regalo lo llevo a escribir”, recordó Miguel Isasi, nieto de Clementino Ocampos, en conversación con La Nación/Nación Media.
Clementino Ocampos se consagró con sus escritos y composiciones poéticas tales como Ocara poty cue mi, Ysyry, Ñane retã, Ko’eju rory, Eireteñu, entre otras, que fueron publicadas en todas las revistas folclóricas, así como con sus versos musicalizados que siempre están de moda, como 6 de enero, Kuña guapa y varias otras, logrando, tras cuarenta años de escritura, compilar todos sus trabajos en el libro Pyhare memby.
Isasi subrayó que su abuelo siempre tomó el éxito de sus piezas de poesía con mucha humildad, evitando destacar que él las había creado, ya que para él escribir era una manera de vivir y expresar sus sentimientos mucho más superior que cualquier reconocimiento que pudiera llegar a obtener por sus obras, al punto de que muchos de sus escritos eran sumamente personales y dedicados a honrar a sus seres queridos.
Soñador y amante de la vida
“Él era un soñador, muy romántico, era un amante de la vida, podríamos decir, porque él describía muchas partes de su vida en sus poesías. Si algo le ocurría, él plasmaba esos sentimientos en sus escritos, ya sea en guaraní o en castellano, porque se expresaba muy bien en ambos idiomas debido a un vasto léxico”, dijo Isasi.
Hay que destacar que, si bien la poesía del 6 de enero por su contenido desde un principio mostró el potencial de conmover y llamar la atención de cualquiera que le escuchara, de la mano del dúo Quintana-Escalante es que toma la forma de canción y casi de inmediato se convierte en un himno en estas fechas que nos recuerda que no todos los niños, a pesar de merecerlo, reciben un obsequio de parte de los Reyes del Oriente.
Tras cuarenta años de escritura Clementino Ocampos logró compilar todos sus trabajos en el libro Pyhare memby. Foto: Gentileza
Datos claves
El poeta, periodista y sastre Clementino Ocampos escribió la poesía 6 de enero, que posteriormente se convertiría en canción.
La poesía fue inspirada en un episodio de una triste anécdota de un Día de Reyes de su pequeña hija.
De la mano del dúo Quintana-Escalante se convierte en canción y en un himno de estas fechas.