Un modelo de atención centrado en el bienestar y un profundo respeto por las personas mayores fue inaugurado en las calles Vía Férrea y Santísima Trinidad, de la ciudad de Asunción. Se trata de un centro residencial calmo y rodeado de naturaleza enmarcando un avance significativo en la atención a este grupo etario en Paraguay.
El centro lleva el nombre de Taita Mburukuyá y consta de cuatro niveles, salón de actividades y un patio interior. De sus 24 habitaciones, 12 son individuales y 12 dobles, todas equipadas con baño privado. Esto, teniendo en cuenta que alrededor del 10 % de la población paraguaya posee más de 60 años y a medida que el proceso de envejecimiento de la ciudadanía aumenta, la demanda de cuidados también crece.
Según comentó la directora general Claudia Quevedo, no es solo un lugar físico, sino un hogar lleno de calidez humana, amor y respeto, puesto que cada persona tiene un lugar donde pertenecer, una voz a ser escuchada y un propósito para seguir construyendo su vida. “Cada día es una oportunidad para disfrutar, aprender y sobre todo, para seguir haciendo amigos”, dijo.
Por su parte, Hugo Royg, miembro del consejo directivo, mencionó que desde que iniciaron el proyecto, asumieron con convicción el compromiso de transformar el cuidado de las personas mayores en Paraguay. “Hoy celebramos la inauguración de nuestra nueva casa con el sueño de llegar a cada barrio, porque nuestros padres, madres y abuelos merecen vivir con dignidad y bienestar”, subrayó.
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Se trabajará en conjunto con un equipo interdisciplinario de profesionales, entre geriatras, gerocultores, enfermeros, fonoaudiólogos, nutricionistas, fisioterapeutas y podólogos, para un cuidado integral que abarque cada aspecto de la salud.
Asimismo tendrán modalidades de casa de día y club house que están diseñadas para aquellos que deseen disfrutar como visitantes, sin necesidad de una estancia permanente. Las actividades van desde clases de yoga, que mejorarán la condición física y reducen el estrés, hasta talleres de arte, fomentando la creatividad y la expresión personal. Esta flexibilidad permite que cada uno elija cómo integrarse a la comunidad de acuerdo a sus necesidades y preferencias, indicaron.