La Navidad en Paraguay está marcada indudablemente por la tradición del montaje del pesebre; sin importar el tamaño, la forma en que es montado o los adornos, su impacto está siempre mucho más ligado al amor con que es construido y al sinónimo de unidad que hace que las familias revivan el sentimiento de felicidad del nacimiento del Niño Jesús.
A contados diez días para esta fiesta central del pueblo católico; en Paraguay ya se han inaugurado innumerables pesebres, destacando entre uno de ellos el famoso pesebre gigante de la familia Sánchez en la ciudad de Itauguá, el cual lleva siendo montado cada año desde hace 100 años.
Si bien el montaje y la exposición del mismo son para todo público que quiera llegar a este gigante pesebre, se vio interrumpido por la pandemia. Tras casi cuatro años, este fin de semana volvió a ser habilitado y visitantes de diferentes puntos empezaron a llegar, reavivando la tradicional costumbre conocida dentro y fuera de la localidad.
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“Mi cuñada es quien este año impulsó todo el montaje y luego, por problemas de salud que le dificultaban trabajar en todo el proyecto, yo, con otros integrantes de la familia, tomamos la posta. Para nosotros no es solamente un pesebre, sino una experiencia que une a toda nuestra familia en la planificación de cada año”, explicó Elsa González en conversación con el canal de noticias NPY.
La misma remarcó que cada año se eligen diferentes temáticas para ir cambiando y, si bien la mayoría de las piezas son de la colección de la familia, algunas son cambiadas o reemplazadas según necesidad; este año, en particular, comentó Elsa González que la escena montada se inspiró en la ciudad de Belén, con casas que adornan el pesebre, animales, pastores, ángeles y el tradicional establo donde se encuentra el Niño Jesús, logrando así contar parte de la historia.
Otro pesebre que también empieza a ser una tradición en la ciudad de Luque es el montado por alumnos y padres de una institución de la zona, el cual está hecho de 6.000 botellas de plástico recicladas, además de otros materiales también reutilizados, conformando un pesebre gigante con un total de 17 piezas.
El mismo se encuentra montado en la rotonda de Las Residentas a metros de la Avenida Silvio Pettirossi; y sin duda alguna se ha convertido en una parada obligatoria para los automovilistas, quienes aprovechan esta hermosa obra para sus postales navideñas.
Venta masiva
La venta de pesebres, si bien ya se da desde mediados de noviembre, en la quincena de diciembre se intensifica, volviéndose masiva la compra de los personajes hechos en arcilla, en su mayoría provenientes de la ciudad de Areguá, en donde los artesanos diariamente terminan y venden centenares de piezas.
Así también, el Mercado Municipal N.º 4 se encuentra repleto de piezas de pesebres, adornos, luces y todo lo que se pueda necesitar para montar un pesebre tradicional, como la flor de coco, los dulces y hasta las frutas de temporada, siendo uno de los puntos comerciales con mayor afluencia.
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