En la mañana de este martes, un poblador del barrio Conché, municipio de Nanawa (ex Puerto Elsa), departamento de Presidente Hayes, reportó el hallazgo del cadáver de una mujer en una zona boscosa. Tras la intervención policial y fiscal, se pudo confirmar que se trata de la mujer oriunda de Caacupé que fue reportada como desaparecida el pasado 5 de diciembre, identificada como Leidy Karina Amarilla.

Tras darse a conocer la noticia del hallazgo del cuerpo de una mujer en la mencionada zona, el hermano de Leidy Karina llegó al lugar y confirmó que se trataba de la desaparecida. El reconocimiento fue posible gracias a dos tatuajes característicos que tenía el cuerpo en el brazo izquierdo.

Debido al avanzado estado de descomposición del cuerpo, el fiscal Carlos Maldonado autorizó al médico forense el levantamiento del cadáver y su traslado a la morgue judicial de Asunción para un estudio más pormenorizado de la causa de la muerte y de las circunstancias en que se produjo.

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“Yo tengo un sospechoso detenido que es la expareja de la señora Amarilla; sin embargo, el hallazgo del cuerpo abre otra investigación. El detenido ayer pidió una prórroga porque quiso declarar solamente en presencia de un abogado de su confianza, el cual no estaba presente, y hoy nosotros procederemos a tomarle la declaración, pero en el caso de una transgresión de la ley de armas”, comentó el fiscal Carlos Maldonado.

El mismo explicó que esta investigación se dio luego de la denuncia de uno de los hijos mayores de la mujer desaparecida, quien manifestó que la expareja de la mujer, luego de que la misma sea reportada como desaparecida, pasó por el domicilio del joven y lo amenazó diciéndole que ahora ya no tendría quien lo defienda y le enseñó un arma de fuego.

Leidy Karina Amarilla era madre de cuatro hijos, ninguno con su actual pareja y principal sospechoso, para quien había pedido una orden de alejamiento. Según los datos que manejan los investigadores, la última vez que se la vio con vida fue el pasado viernes 5 de diciembre, cuando se dirigía a realizar compras en la zona fronteriza de Puerto Elsa y, si bien estaba en comunicación con una de sus hijas, después del mediodía ya no respondió los mensajes.

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