Con las miradas de miles de peregrinos puestas en el cielo iluminado de colores, puntualmente a las 00:00 del 8 de diciembre, inició el espectáculo de fuegos de artificio para celebrar el Día de la Inmaculada Concepción.
Como ya es tradición, el show de fuegos artificiales fue el cierre de la serenata. La virgencita de los milagros no se quedó sin el espectáculo de luces en su honor como se había anunciado inicialmente. Cada año se lleva a cabo en el mirador de la basílica, pero en esta ocasión tuvo lugar en la terraza del hotel Copadísimo.
Con una duración de casi diez minutos, y alrededor de 600 kilos de explosivos, el espectáculo se convirtió en un momento único para honrar a la Virgen de Caacupé. El espectáculo finalizó con el aplauso de miles de personas apostadas alrededor de la basílica.
“Este show de fuegos artificiales es para la Virgen de Caacupé, ella se merece. Hoy casi desistimos y a la tarde me llamó el intendente de la ciudad y me recordó que se trata de una promesa para la Virgen y en nombre de los promeseros también. Hay mucha gente que viene para esto, se está volviendo una tradición y creo que teníamos que ofrecer, sea donde sea”, resaltó un peregrino.