Una mujer de 29 años fue torturada por más de dos años por su pareja; quien utilizaba la religión y sus creencias para justificar sus actos de violencia. El hecho se registró en el barrio Ciudad Nueva, de Encarnación.

El presunto victimario fue identificado como Leli Alexis Casco, de 28 años, quien, tras ser denunciado por su expareja, fue detenido e imputado por violencia familiar y ahora se encuentra recluido en el Centro de Rehabilitación Social (Cereso), de Itapúa.

“Ellos asistían a una iglesia evangélica y él utilizaba esta situación para agredirla a ella físicamente y así supuestamente limpiar sus pecados, eso es lo que él le decía a ella para justificar las agresiones físicas, ya que aparte de que le pegaba, él le quemaba en los lugares donde ella tenía tatuajes”, indicó el fiscal de la causa, Meiji Ugadawa, en conversación con la corresponsal de Nación Media, Rocío Gómez.

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Además, confirmó que la víctima tenía varias cicatrices y rastros de los hechos de tortura denunciados y tras la entrevista con las autoridades, si bien no detalló los objetos con los que era golpeada por el hombre, sí comentó que las quemaduras se las realizaba con encendedores y objetos calientes.

El fiscal precisó que un año atrás la víctima había presentado una denuncia, por lo que se emitió una orden de restricción, pero en un mes de la orden la pareja habría vuelto a convivir y el hombre continuó con sus actos de maltrato hacia la mujer.

La pareja tiene en común una bebé de solo siete meses, que con la fuga de su madre, quedó bajo la custodia de la abuela paterna, pero al sentirse a salvo, su madre solicitó nuevamente su custodia, con quien ya se encuentra resguardada en el albergue municipal para mujeres víctimas de violencia.

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