El 17 de noviembre del 2018 falleció Lidia Meza Burgos, una joven de 18 años que recibió 16 puñaladas durante su visita a la celda del capo del grupo criminal brasileño Comando Vermelho, Marcelo Fernando Pinheiro Veiga, alias “Marcelo Piloto” o “Piloto”, alojado en la Agrupación Especializada de la Policía Nacional. Con este crimen a sangre fría a esta desafortunada víctima, el líder narco hizo una última jugada desesperada tratando de evitar su extradición a Brasil.
La víctima del terrible suceso era de la zona de General Resquín, del departamento de San Pedro, quien fue atacada por Piloto con un objeto punzante cerca de las 14:00 horas de aquel sábado, hace 6 años. El crimen generó inmediatamente la indignación generalizada de la ciudadanía atendiendo a que sucedió dentro de una sede policial de máxima seguridad. Luego de ser derivada hasta el Hospital de Barrio Obrero para su atención, la joven no respondió y falleció.
Padre de Lidia
La familia de Lidia Meza quedó destrozada. Su papá, Francisco Meza, de profesión albañil, comentó la joven había regresado de la Argentina en mayo del 2018 y que, un mes antes del crimen, trabajaba cuidando a una mujer de 90 años, en zona del Mercado 4 de Asunción.
El hombre se enteró de la muerte de su hija cuando un pariente le preguntó por teléfono si Lidia se encontraba en la casa, ya que se enteraron sobre lo sucedido a través de la televisión. En aquella época, Meza compartió a la prensa acerca del mensaje final que recibió de su hija: “El último audio que me envió fue a las 12:17, y me dijo que a las 15:00 iba a estar en casa”.
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Extradición
Marcelo Piloto recurrió al plan de perpetrar un asesinato para que la extradición pueda posponerse, suponiendo que una imputación por homicidio doloso podría evitar que vaya al Brasil. Pero está situación no surtió efecto y, dos días después, por la madrugada del lunes 19 de noviembre, Piloto fue trasladado hasta su país, donde soporta condena de 26 años de cárcel por varios hechos, en la Penitenciaría Federal de Catanduvas, en Paraná. En agosto de 2019 fue imputado por el crimen de la joven Lidia Meza.
Con una jerarquía en Comando Vermelho solo superada por Fernandinho Beira-Mar, Pinheiro Vega huyó a Paraguay en 2012, según investigaciones de la Policía Civil de Brasil, luego de la ocupación de la favela de Manguinhos (Rio de Janeiro) por fuerzas de seguridad. El 13 de diciembre de 2017 fue arrestado en Encarnación por fuerzas especiales de inteligencia y seguridad pública brasileñas; sin embargo, su trámite de extradición se aprobaría en setiembre de 2018 y estaba prevista inicialmente que se efectúe en diciembre de ese año. Pero el asesinato en prisión aceleró su deportación.
Detenido en Paraguay por contar con documentos falsos y tenencia ilícita de armas; en Brasil, el juzgado de Ejecuciones Penales del Estado de Río de Janeiro lo sentenció en dos causas, con una condena a 21 años de reclusión en uno de los casos, y en la otra por 5 años y cuatro meses. Adicionalmente, su abogada Laura Casuso fue asesinada a tiros por un sicario, el 12 de noviembre de 2018, cuando abandonaba un templo masónico en Pedro Juan Caballero.
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Joven ava guaraní cumplió su sueño de ser ingeniero agrónomo y es el primero de su familia y comunidad
- Por Dolly Galenao (dollygaleano@gmail.com)
Leonardo Tupa Mba’eretavy Alfonso Martínez, indígena ava guaraní, de 33 años, de la comunidad acaraymi de Hernandarias, egresó como ingeniero agrónomo, siendo el primer universitario de su familia y su comunidad. Su historia es la de sortear obstáculos y también aprovechar oportunidades. Admite que muchas veces hasta lloraba en medio de las dificultades.
Alfonso Martínez se sumó a la nómina de nativos que en los últimos años se han formado como profesionales. Sueña con trabajar en alguna institución importante, con la finalidad de ayudar como profesional a la producción campesina e indígena, para mejorar la economía de los sectores menos favorecidos del campo.
Es lo que explicó a La Nación/Nación Media, al poco tiempo de culminar su carrera en la universidad privada (Uninter), de Ciudad del Este mediante una beca de la institución.
“Es un logro personal muy grande para mí porque no fue fácil conseguir ser ingeniero agrónomo, es mucha la lucha, incluso a veces ñande rasê ya estudiahape hina (a veces, hasta lloramos cuando estamos estudiando)”, expresó Lorenzo, haciendo alusión a las adversidades.
Contó que se trata de un logro muy grande para su familia y también para la comunidad indígena, habiendo recibido muchos saludos de sus exprofesores, excompañeros de colegio y de personas que le han orientado a seguir por el camino del estudio.
Comenzó su carrera en 2018 y la pandemia le impidió seguir con regularidad. Trabajó ayudando a su familia en la agricultura familiar y también ingresó a Itaipú Binacional como aprendiz durante tres años, pero salió al terminar su contrato como aprendiz.
“La pandemia fue una dificultad para muchos, incluso varios dejaron la carrera, algunas materias no pude llevar en forma virtual y tuve que dejar para luego retomar, hasta que se normalizó todo. Eso me hizo atrasar mucho, terminé la carrera casi en siete años”, manifestó el nuevo ingeniero agrónomo indígena.
Desde el aspecto económico, dijo que fue difícil porque, si bien obtuvo becas y trabajó un tiempo en Itaipú, hubo épocas que se manejaba con lo que podía producir con su familia en el campo para asumir los gastos de traslados, alimentación y prácticas que implicaban el estudio.
TRABAJAR EN LA CHACRA
Leonardo Alfonso cuenta que sigue trabajando con sus padres en su comunidad, “ayudándoles en la chacra para producción de animales domésticos, también trabajo en mi barrio, hicimos recientemente una asociación, ya reconocida por la municipalidad y tenemos proyectos de desarrollo para la comunidad”.
“Trabajé todo el tiempo en la agricultura familiar”, refirió el ingeniero contando que producía mandioca, kumanda, manduvi (poroto y maní), arroz y otros productos de autoconsumo.
Su aspiración es poder ingresar a alguna institución para trabajar en proyectos de desarrollo en el campo, ya sean públicas o privadas, “con tal de trabajar en mi profesión y que eso ayude a la gente en el campo”.
“El Ministerio de Agricultura y Ganadería puede ser un sitio de trabajo, tienen proyectos, las comunidades indígenas necesitan asistencia y mi sueño es poder trabajar en planes que cambien la situación actual de los sectores campesinos e indígenas”, sostuvo.
“Se me dio la oportunidad y estudié. Ahora culminé esa etapa, quiero ser agrónomo de una institución importante para poder ayudar a los productores campesinos y a nuestras comunidades”, agregó Alfonso.
SELECCIONADO PARA ESTUDIAR EN UNILA
Leonardo no levantó el dedo de la tecla del estudio. Fue seleccionado para seguir Profesorado en Intercultural Indígena, en la Universidad de Integración Latinoamericana (Unila) de Foz de Iguazú, Brasil. Es uno de los nueve nativos paraguayos calificados para seguir la carrera en Brasil.
“Fue un concurso y yo me postulé, muchos nos presentamos. Estoy completando los documentos para poder adquirir la beca”, contó el ingeniero Alfonso, además de mencionar que se enteró de la convocatoria a través de la supervisión de educación indígena del Ministerio de Educación.
Informó que, de acuerdo a los datos preliminares que tiene, va a poder estudiar y trabajar a la vez. “Mi idea es poder trabajar ya y también seguir estudiando”, acotó.
COMUNIDAD ACARAYMI
La comunidad acaraymi, de Hernandarias, a la que pertenece Leonardo, cuenta con unas 200 familias, según el último censo, con un promedio de siete miembros por familia. Cuenta con puesto de salud, cuatro escuelas y un colegio técnico agropecuario Arnold Janssen, con alumnos también de otras comunidades.
Los padres de Leonardo Alfonso tuvieron 8 hijos, de los cuales las cuatro mujeres ya formaron pareja y viven en otros sitios, mientras que los dos hermanos menores siguen estudiando. Leonardo cree que sus hermanos lo ven como ejemplo y también buscarán ser universitarios.
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El vuelo de Silvio Pettirossi que abrió los cielos del Paraguay
Se cumplen 110 años de uno de los hitos más importantes de la aviación a nivel nacional: el 17 de noviembre de 1914, el teniente primero Silvio Pettirossi realizó el primer vuelo oficial en el cielo guaraní, abriendo el espacio aéreo para una figura que se haría conocida a nivel mundial como el “Rey del aire”, el “Hombre pájaro”, el “insuperable” y el “As de ases”.
Este primer vuelo fue visto por cientos de paraguayos que nunca antes habían experimentado un espectáculo similar, siendo además increíble que la estrella que lo realizaba era nada menos que un paraguayo, quien acababa de finalizar una gira por diferentes capitales del mundo, en las que había sido ovacionado y reconocido por su gran destreza en la aviación.
Tanto en el recibimiento del que fue parte Silvio Pettirossi como la gran convocatoria que se vio en cada una de sus múltiples presentaciones en las ciudades aledañas a Asunción, se pudo percibir la gran admiración y respeto que los compatriotas sentían hacia el piloto que desde el extranjero siempre enarboló su identidad paraguaya como un símbolo de orgullo.
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“Pettirossi se embarcó hacia Asunción el 10 de noviembre de 1914 en un vapor conjuntamente con su fiel mecánico Maurice Becquet y el (avión) Deperdussin. El día 13 llega a Asunción, donde fue recibido como héroe nacional por una impresionante multitud. El anciano padre de Silvio, don Antimo, muy emocionado, decía: “Mi hijo no es un pájaro, pero vuela mejor que ellos”, indicó el profesor Antonio Luis Sapienza Fracchia, académico de la Academia Paraguaya de Historia, en conversación con La Nación/Nación Media.
El historiador destacó que la permanencia de Silvio Pettirossi en su natal Asunción fue bastante breve, ya que rápidamente se embargó de vuelta rumbo hacia Montevideo (Uruguay), donde contrajo nupcias con Sara Usher Conde, una joven dama muy culta y de elevada posición social a quien había conocido en una visita anterior al Uruguay.
De Paraguay a Francia
El prodigio de la aviación paraguaya nació en Asunción un 16 de junio de 1887, siendo hijo del italiano Antimo Pettirossi y la paraguaya Rufina Pereira Roldán. Era el cuarto hijo de la pareja, detrás de sus hermanos Alfredo, Elvira y Delia; y el mayor a sus hermanas Honorina y Luisa.
A la edad de siete años, sus padres decidieron enviarlo a Spoleto (Italia) para estudiar en un liceo premilitar. Vivió siete años en Europa, donde empezó su amor por la aviación y a la edad de catorce años regresó a Asunción, donde prosiguió sus estudios. En 1904 estalló una cruenta revolución contra el gobierno del general Juan Antonio Escurra, y Silvio, que contaba con 17 años, se enroló al ejército, donde luchó valientemente y fue ascendido al grado de alférez.
“Las noticias publicadas en los periódicos de la época sobre los exitosos vuelos de los hermanos Wilbur y Orville Wright, Santos Dumont, Henri Farman, Roland Garros, Louis Bleriot, entre otros, reavivaron en Silvio la fiebre de volar, pero se dio cuenta de que la única manera de concretar su sueño era viajar al exterior. Así, se puso en contacto con su amigo, el senador argentino Benito Villanueva, manifestándole su intención de conocer las actividades aeronáuticas que estaban naciendo en aquel país”, comentó Sapienza.
Invitado por Villanueva, Pettirossi viajó a Buenos Aires (Argentina), donde se radicó un tiempo, trabajando en la Oficina de la Dirección de Inmigración del puerto y en los círculos bonaerenses. Se vinculó rápidamente con el ingeniero Jorge Newbery, pionero de la aviación argentina, quien quedó profundamente emocionado al sentir la pasión del paraguayo por la aviación.
“El precursor argentino estimuló a Pettirossi para que viajara a Europa, concretamente a Francia, la meca de los aviadores, para realizar sus estudios aeronáuticos y recibir su brevet (licencia) oficial de piloto. Así, Pettirossi, con toda la experiencia de vuelo encima, decidió volver a Paraguay con muchas ideas. Su objetivo fundamental era convencer a las autoridades paraguayas sobre la necesidad de contar con una escuela de aviación”, explicó Sapienza a La Nación/Nación Media.
El historiador comentó que, a su regreso del país vecino, Pettirossi empezó a hablar sobre su idea de viajar a Francia a estudiar aviación con importantes autoridades como senadores, altos jefes militares y hasta el propio ministro de Guerra y Marina, quienes terminaron intercediendo ante el presidente de la República, Eduardo Schaerer (1912-1916), para que el Gobierno le otorgue una beca de estudio.
Al ver el esfuerzo de su hijo por seguir su carrera como aviador profesional, a pesar de estar en desacuerdo con su viaje y sus ideas revolucionarias respecto a la aviación, su padre lo apoyó y le dio su bendición para perseguir sus sueños. Pettirossi partió a Francia el 4 de octubre de 1912 y, una vez allá, ingresó como alumno en la escuela de aviación creada por el fabricante de aviones Armand Deperdussin, en Reims.
Deslumbraba al mundo
El 27 de enero de 1913, ante la presencia de altas autoridades francesas y un gran público, tanto Silvio Pettirossi como toda la camada de alumnos de aquella promoción se presentó a rendir el examen final. El piloto paraguayo cumplió con todas las pruebas a cabalidad y fue ampliamente felicitado por la audiencia.
“El día 17 de febrero de aquel año, en una solemne ceremonia, le fue entregado su brevet, que tenía el número 1.128, ocupando el primer puesto entre 40 oficiales de las Fuerzas Armadas francesas de su promoción. Como premio a su esfuerzo, un decreto del Poder Ejecutivo paraguayo le confería el grado de Teniente Primero en comisión, del Ejército paraguayo”, refirió Sapienza.
A partir de entonces, Pettirossi empezó a ser conocido en Europa y América por una serie de hazañas, ya que durante todo el año 1913 realizó varios vuelos en monoplanos Deperdussin por Francia; entre los que se destaca uno en el cual estuvo en un vuelo nada menos que ocho horas, por lo que batió el récord mundial de permanencia en el aire, motivo por el cual la prensa francesa lo elogió otorgándole el título de “Rey del aire”.
El historiador puntualizó que el aviador realizó un vuelo sin escalas de 450 kilómetros entre París y Mourmelon-le-Grand, cerca de Reims (Francia), además de una serie de maniobras acrobáticas como loopings, ochos, eses, vuelos invertidos, entre otras. “Fue después de uno de sus tantos vuelos que un periodista francés le preguntó cómo se sentía él en el aire, a lo que contestó: ‘Me siento dueño del espacio, después de Dios’”, precisó el historiador Sapienza.
Trágico final
El fallecimiento del “Rey del aire” se dio también en los cielos, el 17 de octubre de 1916, cuando volaba a bordo de su fiel Deperdussin “T”, y la tragedia ocurrió mientras realizaba su famoso “looping al revés”, en los cielos de Ensenada, en la Provincia de Buenos Aires. El incidente se dio cuando un tensor del ala izquierda cedió, desprendiéndose y golpeando la hélice, seccionándola. Inmediatamente, se quebró el ala izquierda y el aparato empezó a caer en picada pronunciada sin que Pettirossi pudiera hacer algo para evitarla, precipitándose al suelo, donde murió instantáneamente.
El reloj que usaba en el momento de su deceso se detuvo por la violencia del impacto exactamente a las 9:25, aproximadamente 25 minutos después de haber despegado, en lo que todos los presentes creyeron sería una jornada más de históricas deslumbrantes piruetas, pero fue la última del aviador paraguayo.
Los restos de Silvio Pettirossi fueron velados en la sede del Aeroclub Argentino, donde delegaciones de varios países sudamericanos le rindieron un último homenaje. Luego, el féretro fue trasladado al puerto para ser embarcado con destino a Asunción en un vapor. En la confluencia de los ríos Paraguay y Paraná, el ataúd fue transferido al cañonero “Adolfo Riquelme” de la Armada Paraguaya, que lo trajo a Asunción.
En la capital paraguaya fue recibido por altas autoridades civiles y militares, y más de 30.000 personas siguieron el cortejo fúnebre hasta el Ministerio de Guerra y Marina y posteriormente a la Escuela Militar. Al día siguiente, se realizó un oficio religioso en la Catedral de Asunción, finalmente fue enterrado en el Mausoleo Militar del cementerio de Recoleta de Asunción.
“Sin lugar a dudas, fue uno de los acróbatas aéreos más extraordinarios de su época, creador del looping invertido y de otras maniobras audaces y arriesgadas que nacieron del espíritu itálico, inquieto y creativo. Pettirossi sembró la semilla de la Aviación en Paraguay y a partir de él otros siguieron sus pasos como Carlos de Paoli y Francisco Montanaro, ambos pilotos paraguayos que pelearon en la Primera Guerra Mundial como voluntarios en la Aviación Militar Italiana, finalizó el historiador Antonio Sapienza.
Datos clave
- El prodigio de la aviación paraguaya nació en Asunción un 16 de junio de 1887.
- El 4 de octubre de 1912, en Francia, ingresó como alumno en la Escuela de Aviación Deperdussin en Reims.
- El 17 de noviembre de 1914 realizó el primer vuelo oficial en cielo guaraní.
- El fallecimiento del “Rey del aire” sucedió el 17 de octubre de 1916.
- Fue uno de los acróbatas aéreos más extraordinarios de su época, creador del looping invertido y de otras maniobras audaces.
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Secuestro de María Edith: se cumplen 23 años del plagio que marcó el inicio del EPP
Este sábado 16 de noviembre se cumplen 23 años del secuestro de María Edith Bordón de Debernardi, quien fue tomada en el interior del parque Ñu Guasu y su liberación se registró 64 días después. En aquel año la palabra secuestro marcaba la agenda del país y las autoridades del Gobierno de entonces no pensaron que este hecho marcaría el comienzo del grupo criminal autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).
María Edith, quien para sus amigas era Nika, iba normalmente a realizar caminata en horas de la mañana en el parque Ñu Guasu y ese día no fue la excepción. En su recorrido diario pasó a buscar a su amiga Elizabeth Gunther de Niedhammer. Ambas no se imaginaban que la camioneta en la que estaban circulando era seguida por un grupo de delincuentes que perpetrarían el secuestro.
Luego de realizar la caminata correspondiente por el parque, María Edith y su amiga iban con normalidad hasta el estacionamiento, eran las 9:15 aproximadamente cuando de forma repentina y abrupta fueron sorprendidas por tres personas fuertemente armadas que de forma muy violenta hicieron subir a María Edith a su propia camioneta, mientras que la amiga fue separada de ella y los secuestradores se dieron a la fuga.
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Ante lo sucedido Elizabeth Gunther, amiga de María Edith, llamó de inmediato al esposo de la secuestrada, el ingeniero Antonio Debernardi, a comunicarle lo sucedido. El esposo de María Edith denunció el hecho y las autoridades iniciaron la investigación correspondiente.
Pasaron horas del secuestro y la fiscal de Luque Rosa Noguera realizó 20 allanamientos y la Policía Nacional realizaba sobrevuelos en helicóptero en las inmediaciones de Ñu Guasu. A las 11:00 del mismo día la Policía Nacional halló la camioneta de la víctima en cercanías del Club Internacional de Tenis, pero nada se sabía de la misma y sus secuestradores.
Liberación
Pasaron 64 días y los secuestradores habían entregado las pruebas de vida a la familia que fueron dos fotos. Tras ese hecho se llevó a cabo el primer pago de USD 400.000 que se realizó el 14 de enero de 2002, mientras que el segundo para completar el dinero solicitado fue el 18 de enero del mismo año. El 19 de enero de 2002 Antonio Debernardi recibió la llamada esperada donde se le comunicaba que su esposa sería liberada.
Los secuestradores de María Edith hicieron que la mujer se vista con ropas de hombre. Le taparon los oídos con algodón y los ojos con curitas, le pusieron un kepis, lentes oscuros y la alzaron a un vehículo en marcha.
Posteriormente los secuestradores dejaron a la víctima sobre las calles Coronel Cabrera y Santa Teresa de Asunción, donde se encontró con su familia. María Edith pudo reconocer a Carmen Villalba y Alcides Oviedo, líderes del EPP, como los responsables del secuestro. Igualmente saltaron otros nombres que fueron procesados por el mismo hecho.
Condenados
José Tomás Rosa, su esposa Nidia Espínola y De los Santos Saldívar fueron los primeros condenados por el caso. Rosa fue asesinado en enero del 2011. Por su parte, Alcides Osmar Oviedo Brítez, Carmen María Villalba Ayala y Aldo Damián Meza Martínez fueron condenados a 18 años de prisión. Sin embargo, siguen prófugos Juan Arrom, Anuncio Martí y Víctor Colmán, quienes actualmente están refugiados en Finlandia.
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Detienen a mujer que se hacía pasar por policía para realizar cobros indebidos
Una mujer fue detenida por usurpación de funciones de la Policía Nacional. La joven identificada como Jessica Gabriela Ramírez López (26) utilizaba placas y uniformes falsos para hacerse pasar por agente policial de la Interpol.
Tras una ardua tarea de inteligencia y vigilancia, efectivos del departamento de Interpol OCN Asunción allanaron el domicilio ubicado en el barrio Villa Salvador de la ciudad de Areguá y procedieron a aprehender a la falsa policía. Durante el procedimiento se incautaron además un aparato celular, una placa policial, prendas de vestir entre otros indicios.
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Se autoasignó las funciones de un suboficial segundo de la Interpol para presentarse como agente ante los pobladores del lugar y habría recaudado por sus servicios. Ramírez López es oriunda de la ciudad de Caaguazú y su vivienda familiar también fue allanada hasta que finalmente fue localizada en Areguá.
Ofrecía servicio tercerizado
Según los intervinientes, específicamente la mujer ofrecía un servicio tercerizado de traslado de “cosas o personas” y cobraba una “comisión importante” por ello. Es por ello que contaba con todos los uniformes con logotipo de la Policía y la placa correspondiente para garantizar que efectivamente formaba parte de los cuadros policiales, aunque todo lo que portaba era apócrifo.
Lo llamativo es que incluso el nombre tenía impregnado tanto en las remeras como en los chalecos que utilizaba para jactarse de ser agente especial. Aparentemente mandaba confeccionar sus propios uniformes en el mercado negro para poder moverse con facilidad en sus actividades delincuenciales.
En su reporte la Policía menciona que llegaron a identificar a la mujer mediante tareas investigativas, de inteligencia y vigilancia, “en prosecución a un supuesto hecho de usurpación de las funciones públicas” tras las cuales se pudo localizar su domicilio tanto en el interior como en el departamento Central, que fueron allanados en procedimientos simultáneos desplegados que concluyeron con la aprehensión de la acusada que ya está a disposición del Ministerio Público.
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