Este lunes, familiares de un mecánico con discapacidad de Capiibary, departamento de San Pedro, denunciaron que este fue brutalmente golpeado por un hombre, que lo dejó casi muerto en unos matorrales. La víctima vivió para contarlo y realizó la denuncia, pero el agresor sigue libre y mantiene amenazados a los pobladores.
Isidro Torales, hermano de la víctima, decidió hacer la denuncia pública luego de que las autoridades competentes de la zona no realizaron ninguna intervención para detener al hombre. Resaltó que el hecho se registró el sábado por la noche en la Colonia Ara Pyahu y que Cándido Herrera Noceda, sigue amenazando a la familia.
“Todo pasó el sábado pasado cuando estábamos compartiendo un encuentro familiar y este hombre llegó a la casa e ingresó sin permiso, pero como todos le tienen miedo nadie le dijo nada. Pidió que le pongan una música y mi hermano, Víctor, hizo lo que pidió”, explicó Isidro, en entrevista con La Nación/Nación Media.
Resaltó que todos fueron a dormir quedando en el patio Víctor y Cándido, este último le preguntó a la víctima si quería escuchar unos tiros, pero se negó porque tiene dos hijos pequeños que estaban durmiendo. Este no hizo caso y realizó varios disparos al aire, lo que asustó a Torales, quien decidió terminar el encuentro.
Golpe brutal
Antes de entrar a su casa fue al baño, pero fue seguido por su vecino que lo golpeó brutalmente y realizó nuevamente varios disparos intimidatorios. No conforme con eso, lo golpeó con la culata del arma y lo arrojó entre unas ramas que fueron cortadas recientemente. La denuncia fue realizada en la Comisaría 17 de la zona.
“Después de unos minutos mi hermano, arrastrándose llegó hasta mi puerta y me pidió ayuda. Estaba totalmente ensangrentado, salí al patio y el tipo ya no estaba. Es un muchacho bastante problemático y peligroso. Ahí tomé a mi hermano para llevarlo al Hospital de Capiibary donde recibió asistencia”, confirmó.
Amenazó a la familia
Agregó que mientras ellos fueron hasta el centro asistencial el hombre volvió a la propiedad y realizó más disparos, en el lugar estaban la esposa de la víctima junto con sus dos hijos pequeños. “Al escuchar los disparos salieron corriendo y se refugiaron en un bosque, estuvieron ahí hasta el amanecer porque tenían miedo. Todos tememos por nuestras vidas, pero ya no puedo callar”, señaló.
Torales refirió que los vecinos de la zona tienen miedo al hombre porque tienen varios familiares que se dedican aparentemente a la usura y que mantienen amenazados a los pobladores. “Las autoridades no hacen nada, hasta que llegamos a pensar que les pagan para que no tomen acciones contra ellos. Pedimos que se intervenga su casa y que sea detenido por intento de homicidio”, concluyó.
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