Ciudad del Este. Agencia Regional.
La noche del 13 y la madrugada del 14 de setiembre del 2014 quedará en el recuerdo de los habitantes del entonces pequeño poblado de San Cristóbal, situada al sur de Alto Paraná, por ser las horas más aterradoras que llegaron a vivir. Un poblador que fue víctima contó que esa noche volvió a nacer.
El atraco empezó alrededor de las 21:30 del 13 de setiembre, cuando un grupo de élite fuertemente armado activó potentes explosivos en los cajeros de las sucursales de los bancos Itaú y Regional, como también en Cambios Santa Rita.
De esta forma, unos 25 hombres sitiaron la ciudad, detonaron explosivos en dos bancos y una casa de cambios, tomaron por asalto dos comisarías, agarraron de rehenes a cuatro policías, se apoderaron de fusiles, pistolas, chalecos antibalas, patrulleras y redujeron a todo habitante que les molestara.
Lo registrado esa noche parecía guion de película. La pequeña ciudad quedó en manos de un grupo de delincuentes que decidió vaciar las arcas de las entidades financieras existentes en el lugar y para ello detonaron una cantidad muy grande de explosivos. Se cumple diez años de aquella terrible acción criminal.
Previamente, los bandidos llegaron hasta la subcomisaría ubicada en la colonia San Miguel del Monday y tomaron de rehenes a dos policías, robaron sus armas y chalecos antibalas que disponían en el lugar. También interceptaron a la patrullera y con esa unidad ingresaron a la Comisaría de San Cristóbal, donde repitieron el mismo ataque y se apoderaron de los mismos elementos que en la primera.
Los robos a las tres entidades financieras fueron casi en simultáneo, en un casco urbano pequeño. El dantesco atraco no fue perfecto y uno de los bandidos falleció durante el tiroteo con los guardias de seguridad. De uno de los bancos no pudieron llevar nada porque exageraron con los explosivos, todo se destruyó y no hubo nada que llevar.
Ya después, las entidades reportaron los montos robados: del Banco Itaú llevaron G. 200 millones de guaraníes y de Santa Rita Cambios, 400 millones de guaraníes, más 20 mil dólares. En el caso del Banco Regional, los explosivos destruyeron todo.
El delincuente que falleció en el tiroteo fue Francisco Blácido Duarte Aquino, alias Robocop. Tenía puesto el chaleco robado a la policía y un fusil 7.62. “El hombre tenía seis órdenes de captura y antecedentes por extorsiones, robos y grandes asaltos, entre ellos al Banco Nacional del Fomento de Villarrica”, según dijo la Policía e informaba La Nación, en esa época.
Puede interesarle: Después de varios días mejoró la calidad del aire en Paraguay
Cuatro policías tomados de rehenes
En la subcomisaría 17ª. de la colonia San Miguel del Monday fueron tomados de rehenes el oficial primero Roberto Sanabria y el suboficial segundo Fernando Benítez. Luego la toma siguió en la Comisaría 20ª de San Cristóbal, donde los delincuentes hicieron rehenes al suboficial inspector Néstor Cáceres Benítez y al suboficial Hugo Lezcano Torres.
Después de tomar a los policías, apoderarse de las armas, chalecos y patrulleras, fueron a instalar los explosivos en los tres objetivos, con instrucciones de un líder, según contaron después a los investigadores los policías que fueron capturados por la banda.
Ellos fueron liberados en un trigal, ya en la huida de los criminales por caminos de salida a las rutas nacionales. También fueron abandonando los vehículos utilizados para el golpe, al igual que las patrulleras. Según concluyó el equipo de investigación de entonces, fueron utilizados cinco rodados de diferentes portes.
“Todo explotó”
Para un poblador de aquellos días, lo que ocurrió fue algo terrible que muchos lo recuerdan como una noche asustadora que quisieran olvidar. Alexandre, tenía 31 años aquel setiembre de 2014, cuando fue tomado por algunos de los bandidos.
Llegaba al pueblo de la chacra con su compañero de trabajo, en una camioneta de la empresa en la que trabajaba, cuando de repente fueron interceptados por unos hombres quienes los bajaron en forma violenta del vehículo y los tiraron al suelo.
“No hubo tiempo de ver nada, mi boca por el suelo y los pies sobre mi cabeza, todo explotó cuando estábamos en el suelo”, relató Alexandre.
Recordó que uno de los bandidos le decía que quedara tranquilo, que no le pasaría nada y entonces no miró, pero no olvida que en medio del enfrentamiento, un tiro pasó cerca de su cabeza.
Para Alexandre, fue aterrador lo que se vivió esa noche por la gran cantidad de explosivos detonados en varias partes, sin que pueda saberse quiénes estaban a salvo y quiénes no, ni que podía pasar más.
Para el poblador de ese entonces de San Cristóbal, su martirio no terminó con estar tomado, en el suelo, por algunos de los bandidos, sino todo el proceso posterior.
“La fiscalía no me dejó tranquilo”, sostuvo. Agregó que tuvo mucho problema con la fiscalía porque lo llamaron varias veces y él no tenía nada para decir por qué tuvo que mirar todo el tiempo el suelo.
Hoy, lejos de aquel lugar y del tiempo en que ocurrió el atraco a tres entidades financieras, refiere que esa noche nació de nuevo, cuando se dio cuenta de que había pasado todo.
Bala de fusil impactó a 1000 metros
El actual intendente de San Cristóbal, Valcir Pelizza, era concejal municipal en aquel setiembre de 2014. “Cómo olvidar cuando sitiaron la ciudad, bombas de gran impacto disparos y una población asustadísima”, contó el jefe comunal a La Nación/Nación Media, sobre el suceso delictivo.
Recordó que una bala de fusil impactó por el vidrió de una oficina ubicada a mil metros del centro de la ciudad, donde ocurrió el atraco triple. “Ese hecho es un ejemplo de lo que se vivió aquella noche”, dijo el intendente.
“Colapsaron los teléfonos, los llamados eran incesantes entre unos y otros pobladores, sobre todo a las autoridades, porque la gente quería saber qué estaba pasando, por las explosiones que escuchaban y por la gente que estaba cerca”, agregó Pelizza.
La banda
Para la investigación de tan dantesco atraco, fue conformado un equipo especial de la Policía Nacional, integrada por el jefe de Policía, comisario principal Wilfrido Colmán; el jefe de Investigación de Delitos, comisario Germán Arévalos y; el jefe de la División Inteligencia del Departamento Contra Delitos Económicos y Financieros, comisario Daniel Careaga. Todos estaban en ejercicio en Alto Paraná en ese entonces.
El equipo investigador concluyó que Amado Ramón Benítez, para ese entonces, un conocido asaltabancos con varios robos de magnitud en su haber, fue el que lideró la banda que sitió San Cristóbal.
Con varias condenas por su participación en violentos asaltos a entidades bancarias, el hombre se encuentra preso desde el año 2016. En mayo pasado le fue rechazado un Hábeas Corpus genérico solicitado para ser trasladado del Penal Martín Mendoza, de Emboscada, de máxima seguridad.
Teléfono, clave para llegar a la banda
El comisario Jorge Vidallet, subjefe de Investigaciones de la Policía de Alto Paraná, en aquel tiempo en que ocurrió el mega golpe. El mismo contó a La Nación/Nación Media que el destrozo encontrado en el sitio tuvo mayor magnitud, que el botín que finalmente llevaron los delincuentes.
Relató que fueron convocados al sitio, tras ocurrir el hecho y la llegada se retrasó, porque los delincuentes habían tirado clavos miguelitos en las calles de acceso y salida para evitar que sean perseguidos.
“Al llegar encontramos un panorama bastante desolador porque habían utilizado muchísimos explosivos, es lo que mostraron los destrozos en los entes bancarios”, refirió el policía.
Vidallet dijo que fue clave el teléfono del delincuente abatido en el lugar, porque pudieron extraer “mucha información que nos sirvió para orientar la investigación hacia los que integraron la banda”. Agregó que varios de los vinculados ya habían realizado otros atracos.
Recordó que se pudo identificar a una gran cantidad de delincuentes que participaron del robo y el cabecilla de la banda, a raíz de que ya estaban investigados por otros atracos de gran magnitud en el país.
Detenidos y procesados
El equipo de investigación policial llegó a identificar a unos diez miembros de la banda, pero no todos fueron aprehendidos. Los fiscales Nilsa Torales y Eduardo Cazenave, de Santa Rita, en esa época, fueron los que encabezaron la causa.
Con el aporte de los mismos y de la asistente fiscal Mariza Maldonado, se pudo corroborar que fueron procesados y condenados los considerados cabecillas, Amado Ramón Benítez y Juan Ramón Riquelme, alias Ovecha.
También Benicio Paredes Ramírez, Víctor Raúl Rojas Gavilán, Sixto Martínez Domínguez, Pedro Rojas Garay, Edgar Enrique Morel Cardozo y Lorenzo Ramos. La condena fue en el año 2016.