Para hacerle frente a la sequía y al importante déficit de lluvias, ante la inminente aparición del fenómeno climático “La Niña”, desde el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) se apuesta a la diversificación de los cultivos y la refinanciación de deudas para los productores en medio de las condiciones climáticas adversas. Aún así, desde la institución proyectan que el mes de octubre iniciaría con un aumento en el régimen pluviométrico, lo que podría dar un respiro al sector agroprecuario.

El viceministro de Ganadería, Marcelo González, adelantó que su institución está abocada a redoblar esfuerzos en zonas de mayor afectación por la sequía, principalmente en el norte del país, ya sea Concepción, San Pedro, Amambay y Canindeyú, donde se reporta que los niveles de humedad en el suelo no son aptos para iniciar la campaña agrícola.

“Con la asistencia técnica que se despliega se está analizando apostar por rubros más oportunos para los productores. El sésamo, por ejemplo, podría ser una alternativa cuando las primeras lluvias aparezcan. Este panorama no solo afecta a la agricultura, en el Chaco también está comprometida la ganadería, por lo que estamos realizando un trabajo territorial diferenciado”, explicó a la 650 AM.

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González apuntó además a la refinanciación de deudas como una herramienta para brindar soporte a los productores. “Este ya es el tercer año donde se viene arrastrando déficit de lluvias. No obstante, el productor siempre está esperanzado de que vamos a tener una campaña buena e importante que beneficie a la economía del país”, agregó.

De acuerdo con el viceministros de Ganadería, se espera que el complejo panorama climático empiece a mejorar levemente en octubre. “Tenemos también previsiones de que el régimen pluviométrico aumentaría en octubre. Estamos esperando iniciar el despliegue en la zona donde están más afectados por la sequía”, enfatizó. Animó además a los productores a estar atentos a las indicaciones de los técnicos de su cartera, que trabajan por medio de gerencias territoriales en todo el país.

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Después de estacionarse dos días en -1,13 metros, el hidrómetro del río Paraguay en el puerto de Asunción volvió a marcar un nuevo descenso de un centímetro y este jueves registró un nuevo récord mínimo de -1,14 metros. En total fueron 9 puertos que marcaron a la baja, siendo el más pronunciado en Humaitá de 7 centímetros para posicionarse en 0,68 metros, aunque se encuentra distante del récord mínimo de -0,25 metros que alcanzó el 2 de octubre de 2021.

También Pilar registró una pronunciada baja de 4 centímetros y mide hoy 0,08 metros, aunque su histórico todavía queda lejano, de -0,49 metros del 6 de octubre de 1944. De Alberdi no hubo actualización este jueves, después de medir ayer un descenso de 4 centímetros y llegar a -0,29 metros, siendo su nuevo récord mínimo. En tanto, Vallemí bajó otros 3 centímetros y está en 1,09 metros, todavía con relativa comodidad de su histórico de 0,42 metros del 24 de setiembre de 1971.

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Además bajaron 2 centímetros los puertos de Ladario (-0,40 metros) e Isla Margarita (0,84 metros); y, al igual que en Asunción, descendieron un centímetros los niveles del río Paraguay en Bahía Negra (0,99 metros) y Concepción (0,57 metros). En otros cinco puertos no hubo variaciones: Fuerte Olimpo (1,51 metros), Rosario (-0,25 metros), Puerto Antequera (-0,12 metros), Villeta (-0,76 metros) y Itá Enramada (-0,56 metros). En ninguno de los hidrómetros se registró alguna suba del nivel del río.

El puerto de Asunción totalizó 18 días consecutivos de sostenida bajante hasta el martes 17 de setiembre, y se frenó el miércoles 18 en el mismo nivel de -1,13 metros. Desde el 30 de agosto había comenzado el descenso continuado desde -0,49 metros, cayendo un centímetro el 31 de agosto; mientras que el 7 de setiembre superó el anterior récord mínimo de -0,75 metros, registrado el 6 de octubre de 2021. En este periodo, el 13 de julio, con -0,03 metros, fue la primera vez que midió por debajo del cero hidrológico.

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Este jueves 19 de setiembre, por segundo día consecutivo los niveles del río Paraguay se mantienen en Asunción en -1,13 metros, aunque no signifique que las aguas puedan aumentar inmediatamente. Se espera que en octubre, que es un período característico de lluvias, puedan darse acumulados que ayuden a elevar el caudal.

Al respecto, el referente del sector y miembro del Centro de Armadores Fluviales y Marítimos (Cafym), Juan Carlos Muñoz, habló acerca de las complicaciones que genera la pronunciada bajante, pues en primera instancia no permite una buena navegabilidad, causando sobrecostos y retraso en la llegada de productos.

“Uno de los primeros impactos cuando el río baja mucho, es que las embarcaciones no pueden transportar mercaderías por bajo nivel, pero como octubre es un mes históricamente lluvioso en Paraguay, esperemos que se dé porque para nuestra economía es muy importante la navegabilidad”, expresó a la 920 AM.

En este sentido, el empresario explicó que al ser Paraguay un país mediterráneo, y que su comercio exterior se maneje en un 80 % por la vía fluvial, la logística se vuelve muy sensible ante estos escenarios, repercutiendo en varios aspectos que afectan finalmente a todos.

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Si bien, los volúmenes del consumo no fueron interrumpidos, lo que sucede es que los productos están llegando con demora, dijo, y esto puede generar sobrecostos, además de los servicios de fletes que ya se incrementaron.

Muñoz mencionó que las bajantes son cíclicas, características de los períodos de sequía, al tiempo de recordar que en el 2020 hubo una situación de crisis, luego agudizada en el 2021, pero este año se dieron récords que superaron los históricos en cuando al nivel de las aguas del río.

El contexto actual es que el río Paraguay está estancado, mientras los reportes que se observan desde Brasil no son buenos, pues es en el Pantanal donde debe darse la cantidad necesaria de lluvia para cargar el cauce que alimenta al país.

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Este miércoles, un nuevo grupo de camiones cargados de agua potable partió hacia la región Occidental para abastecer a las familias que están siendo afectadas por la sequía. Van cargados con 370 mil litros de agua potable que se usarán para reponer en las zonas donde hace 15 días recibieron un cargamento similar.

Este envío se realiza en el marco del operativo “Y Jeroya II”, que arrancó en agosto del año pasado, atendiendo a la alta sequía reinante en zona del Chaco paraguayo y a las necesidades que tienen las familias afectadas. Se lleva agua potable para el consumo de los pobladores.

“Se trata de 370 mil litros del agua que parten para la zona del Chaco”, expresó el Arsenio Zarate, ministro de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN), en entrevista con el programa “Dos en la Ciudad” de canal GEN/Nación Media.

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Resaltó que están trabajando arduamente para tratar de controlar las llamas que se volvieron a reavivar en zona de Chovoreca, durante el fin de semana, y que se tienen un solo foco de incendio forestal. En el sitio están trabajando bomberos forestales, bomberos de la SEN y funcionarios del Ejército Paraguayo.

“Los relevos los coordinamos con los capitanes de bomberos y de la fuerza armada porque es imposible que aguanten toda una semana, por lo que deben ser constantes. Ellos nos dan aviso para que pueda partir un nuevo contingente, que tomará las riendas en la zona para que los demás descansen”, puntualizó.

Afirmó que cuando se tienen tres lugares con foco de calor es porque se está por generar un incendio y que esta información es dada por el Instituto Forestal Nacional (Infona) que constantemente está monitoreando. “Hoy solo tenemos fuego en el sector de Chovoreca”. aseguró.

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