El Hospital de Niños Acosta Ñú habilitó un pabellón de salud mental con un plantel de psiquiatras y psicólogos que asisten a los pequeños con requerimiento de asistencia especializada. Allí acuden menores víctimas de diferentes hechos punibles, como el abuso sexual y la violencia intrafamiliar.

“Hay un pabellón de salud mental donde nosotros tenemos psiquiatras, psicólogos y todos los que trabajan en lo que se refiere a un amplio espectro de alteraciones de la salud mental del niño”, comentó Héctor Castro, director del hospital pediátrico en entrevista en Unicanal.

Manifestó que, en algunos casos, “factores sociales fueron determinantes para que acarree esa lamentable consecuencia” en los niños.

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Destacó que incluso se dispone de un departamento de asesoría jurídica para la asistencia profesional en este campo a los familiares y víctimas. “Tenemos también el seguimiento muy cercano de la Defensoría en esos casos en particular. Pero en el área de salud mental hay niños con espectro autista que también son atendidos en el hospital”, mencionó.

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El médico manifestó que los niños con alteraciones en la salud mental no pueden internarse en el Hospital Neuropsiquátrico, por lo que son asistidos en el Pediátrico de Reducto, San Lorenzo, o son derivados a otros centros que cuentan con psiquiatras y psicólogos infantiles.

Inició con 20 camas y ahora cuenta con 200

El doctor Héctor Castro, director del Hospital "Niños de Acosta Ñú", dijo que actualmente el centro asistencial tiene capacidad para 200 camas. Foto: Archivo

El hospital tiene 23 años de funcionamiento, se inauguró el 31 de mayo de 2001en un inmueble donado por el Ministerio de Defensa Nacional, en un espacio contiguo al Cuartel de la Victoria.

“Era un predio destinado para 20 camas, hoy tenemos 200 camas. En su momento fue el doctor Martín Chiola que empezó, después el doctor Pedro Guanes, muchos pediatras y finalmente el doctor Pio Alfieri, que acompañó por más de 20 años también lo que es la construcción del hospital”, recordó.

El doctor Castro resaltó que “el buen trato es inobjetable” en el hospital pediátrico, aunque en ocasiones puedan enfrentar algunos faltantes de insumos. “Nosotros no podemos objetar una situación ya sea personal o colectiva que acarrea un maltrato al paciente. Yo creo que eso es lo más importante, yo creo que eso es lo que tenemos que contagiar en todos los sectores”, expresó el pediatra.

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