Por Karina Ríos (karina.rios@nacionmedia.com)
Tras recibir el título de doctorado en Educación en España, Francisco Javier Colmán Ramírez, desde este año, volvió a las aulas para poder compartir toda su sabiduría con los niños y sus compañeros de trabajo. El profesional busca lograr la excelencia dentro la escuela básica María Felicidad González.
Con sus 40 años, volvió a su primer amor, la docencia, para que todo los años de preparación puedan dar frutos en sus alumnitos que tienen muchas granas de aprender e innovar, para lograr un futuro mejor. Retornó al país lleno de ilusiones e incertidumbres, porque no contaba con un trabajo.
“Volví al país sin contar con un puesto laboral, pero conseguí un lugar en el sector público. Volver a mi antiguo amor, la tarea docente, me permite además de aplicar mis conocimientos adquiridos, compartirlos con mis colegas desde la realidad, desde el día a día”, explicó Francisco en entrevista con La Nación/Nación Media.
Formación
El docente es oriundo de la ciudad de Luque y reside en el Asentamiento Bonanza junto a su mamá Benita Ramírez y papá Mateo Colmán. Es el segundo de dos hermanos y ha culminado sus estudios secundarios en el Colegio Nacional María Concepción Leyes de Chávez de la ciudad de San Lorenzo.
“Mi formación inicial del profesorado y licenciatura en Educación las curse en Instituto Superior Santo Tomás de la ciudad de San Lorenzo, donde personas como la licenciada Blanca Urbieta de Galeano me abrieron las puertas con oportunidades para estudiar y trabajar, de este modo lograr el sueño de ser profesional de la educación”, apuntó.
Resaltó que se postuló en Becas Carlos Antonio López (Becal) logrando una beca para hacer un máster en el Reino de España y obtuvo el título como máster en Didácticas Específicas en Aulas, Museos y Espacios Naturales en año 2016 por la Universidad Autónoma de Madrid.
“Esta formación tocó mis fibras más sensibles de seguir aportando con investigaciones y proyectos por el periodo de 3 años en nuestro país. En el año 2019, nuevamente me postulé a Becal para el doctorado en Educación en la Universidad Autónoma de Madrid, el cual culminé el año pasado”, apuntó.
Amor por la educación
Francisco indicó que su amor por la docencia y la educación fue desde pequeño, pero cuando culminó la secundaria por la situación económica de su familia, la educación superior era un privilegio y no sabía si podría lograrlo, pero no se rindió y empezó a tocar puertas para lograr su objetivo.
“Era consciente de que mis padres ya habían hecho todo lo que estaba en sus posibilidades porque yo tenía una educación al menos básica, era momento de tocar puertas y pedir ayuda. Lo que sí tenía claro era ese deseo de formarme para ser docente, el ¿Cómo lo haría? Era el desafío”, refirió.
Hoy se siente muy feliz de lo que logró y es el orgullo de su familia. “Me siento listo para afrontar todos los desafíos que nuestro sistema educativo en sí mismo tiene. Me siento preparado para colaborar en el diseño de propuestas para mejorar las condiciones educativas actuales, por supuesto que eso también requiere de la oportunidad”, confirmó.
Becal es el camino
El profesional pidió a los jóvenes que aprovechen las oportunidades que el Estado pone a disposición de cada ciudadano, porque Paraguay no tiene nada que envidiar a otros países. “Becal es un camino para llegar al cambio. Si están leyendo esto es porque tienen un sueño que trasciende fronteras y aspira a lo extraordinario. Estudiar en el exterior es una de las experiencias más enriquecedoras y transformadoras que se pueden vivir”.
Afirmó que al estudiar en el exterior no solo adquieren conocimientos académicos, sino que también desarrollan habilidades interculturales. “Actualmente en conjunto con otros dos colegas también becarios venimos desarrollando diferentes Proyectos de Retribución, con capacitaciones a docentes en servicio, proyectos de investigación, propuestas de formación en LSPy, publicaciones científicas”, puntualizó.
DATOS CLAVES
- Para Francisco es importante que el Estado dé un seguimiento a todos los que han sido becados, conocer e informarse sobre lo que están haciendo.
- Así también ofrecer oportunidades en espacios de impacto para la sociedad y, sobre todo, garantizar que la inversión verdaderamente beneficie al país, a toda la sociedad.
- Los profesionales que se han formado en el extranjero han adquirido conocimientos académicos de alto nivel, también han desarrollado habilidades y perspectivas únicas que pueden enriquecer cualquier espacio de toma de decisiones.