Durante la madrugada de este martes varios vuelos no pudieron aterrizar en el Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi, debido a una espesa niebla que redujo significativamente la visibilidad. Este fenómeno meteorológico afectó gravemente las operaciones aéreas, causando desvíos y demoras considerables.
Los bancos de niebla en los aeropuertos presentan un desafío significativo para las aerolíneas, ya que dificultan la visibilidad de la pista y los obstáculos, complicando las operaciones de despegue, aterrizaje y rodaje de las aeronaves. La niebla reduce la visibilidad a niveles que impiden a los pilotos ver lo suficiente como para aterrizar de manera segura.
Para operar de manera segura, se requiere un mínimo de visibilidad de 700 metros. En el momento de la cancelación de los vuelos esta madrugada, la visibilidad en el aeropuerto era de solo 600 metros.
Varios vuelos internacionales fueron desviados debido a estas condiciones. Un vuelo de Aerolíneas Argentinas proveniente de Buenos Aires fue desviado al Aeropuerto de Resistencia, donde intentaron nuevamente aterrizar. Al continuar la niebla, el avión regresó a Buenos Aires.
Otro vuelo de Avianca procedente de Bogotá fue desviado al Aeropuerto Internacional Viru Viru en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. También fueron desviados al mismo aeropuerto vuelos de Copa Airlines desde Panamá y Air Europa desde Madrid. Por su parte, un vuelo de LATAM Airlines desde Lima fue desviado al Aeropuerto Internacional de Campo Grande en Brasil.
El equipo de planificación de vuelos toma decisiones cruciales en estos casos, como cargar combustible adicional para permitir que las aeronaves sobrevuelen un aeropuerto afectado por la niebla o desviar el vuelo a otro aeropuerto si las condiciones no mejoran.
El director de Meteorología e Hidrología de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (DINAC), Eduardo Mingo, informó a IP Paraguay que se espera que el fenómeno de niebla persista hasta aproximadamente las 10:00 horas de esta mañana.
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El vuelo de Silvio Pettirossi que abrió los cielos del Paraguay
Se cumplen 110 años de uno de los hitos más importantes de la aviación a nivel nacional: el 17 de noviembre de 1914, el teniente primero Silvio Pettirossi realizó el primer vuelo oficial en el cielo guaraní, abriendo el espacio aéreo para una figura que se haría conocida a nivel mundial como el “Rey del aire”, el “Hombre pájaro”, el “insuperable” y el “As de ases”.
Este primer vuelo fue visto por cientos de paraguayos que nunca antes habían experimentado un espectáculo similar, siendo además increíble que la estrella que lo realizaba era nada menos que un paraguayo, quien acababa de finalizar una gira por diferentes capitales del mundo, en las que había sido ovacionado y reconocido por su gran destreza en la aviación.
Tanto en el recibimiento del que fue parte Silvio Pettirossi como la gran convocatoria que se vio en cada una de sus múltiples presentaciones en las ciudades aledañas a Asunción, se pudo percibir la gran admiración y respeto que los compatriotas sentían hacia el piloto que desde el extranjero siempre enarboló su identidad paraguaya como un símbolo de orgullo.
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“Pettirossi se embarcó hacia Asunción el 10 de noviembre de 1914 en un vapor conjuntamente con su fiel mecánico Maurice Becquet y el (avión) Deperdussin. El día 13 llega a Asunción, donde fue recibido como héroe nacional por una impresionante multitud. El anciano padre de Silvio, don Antimo, muy emocionado, decía: “Mi hijo no es un pájaro, pero vuela mejor que ellos”, indicó el profesor Antonio Luis Sapienza Fracchia, académico de la Academia Paraguaya de Historia, en conversación con La Nación/Nación Media.
El historiador destacó que la permanencia de Silvio Pettirossi en su natal Asunción fue bastante breve, ya que rápidamente se embargó de vuelta rumbo hacia Montevideo (Uruguay), donde contrajo nupcias con Sara Usher Conde, una joven dama muy culta y de elevada posición social a quien había conocido en una visita anterior al Uruguay.
De Paraguay a Francia
El prodigio de la aviación paraguaya nació en Asunción un 16 de junio de 1887, siendo hijo del italiano Antimo Pettirossi y la paraguaya Rufina Pereira Roldán. Era el cuarto hijo de la pareja, detrás de sus hermanos Alfredo, Elvira y Delia; y el mayor a sus hermanas Honorina y Luisa.
A la edad de siete años, sus padres decidieron enviarlo a Spoleto (Italia) para estudiar en un liceo premilitar. Vivió siete años en Europa, donde empezó su amor por la aviación y a la edad de catorce años regresó a Asunción, donde prosiguió sus estudios. En 1904 estalló una cruenta revolución contra el gobierno del general Juan Antonio Escurra, y Silvio, que contaba con 17 años, se enroló al ejército, donde luchó valientemente y fue ascendido al grado de alférez.
“Las noticias publicadas en los periódicos de la época sobre los exitosos vuelos de los hermanos Wilbur y Orville Wright, Santos Dumont, Henri Farman, Roland Garros, Louis Bleriot, entre otros, reavivaron en Silvio la fiebre de volar, pero se dio cuenta de que la única manera de concretar su sueño era viajar al exterior. Así, se puso en contacto con su amigo, el senador argentino Benito Villanueva, manifestándole su intención de conocer las actividades aeronáuticas que estaban naciendo en aquel país”, comentó Sapienza.
Invitado por Villanueva, Pettirossi viajó a Buenos Aires (Argentina), donde se radicó un tiempo, trabajando en la Oficina de la Dirección de Inmigración del puerto y en los círculos bonaerenses. Se vinculó rápidamente con el ingeniero Jorge Newbery, pionero de la aviación argentina, quien quedó profundamente emocionado al sentir la pasión del paraguayo por la aviación.
“El precursor argentino estimuló a Pettirossi para que viajara a Europa, concretamente a Francia, la meca de los aviadores, para realizar sus estudios aeronáuticos y recibir su brevet (licencia) oficial de piloto. Así, Pettirossi, con toda la experiencia de vuelo encima, decidió volver a Paraguay con muchas ideas. Su objetivo fundamental era convencer a las autoridades paraguayas sobre la necesidad de contar con una escuela de aviación”, explicó Sapienza a La Nación/Nación Media.
El historiador comentó que, a su regreso del país vecino, Pettirossi empezó a hablar sobre su idea de viajar a Francia a estudiar aviación con importantes autoridades como senadores, altos jefes militares y hasta el propio ministro de Guerra y Marina, quienes terminaron intercediendo ante el presidente de la República, Eduardo Schaerer (1912-1916), para que el Gobierno le otorgue una beca de estudio.
Al ver el esfuerzo de su hijo por seguir su carrera como aviador profesional, a pesar de estar en desacuerdo con su viaje y sus ideas revolucionarias respecto a la aviación, su padre lo apoyó y le dio su bendición para perseguir sus sueños. Pettirossi partió a Francia el 4 de octubre de 1912 y, una vez allá, ingresó como alumno en la escuela de aviación creada por el fabricante de aviones Armand Deperdussin, en Reims.
Deslumbraba al mundo
El 27 de enero de 1913, ante la presencia de altas autoridades francesas y un gran público, tanto Silvio Pettirossi como toda la camada de alumnos de aquella promoción se presentó a rendir el examen final. El piloto paraguayo cumplió con todas las pruebas a cabalidad y fue ampliamente felicitado por la audiencia.
“El día 17 de febrero de aquel año, en una solemne ceremonia, le fue entregado su brevet, que tenía el número 1.128, ocupando el primer puesto entre 40 oficiales de las Fuerzas Armadas francesas de su promoción. Como premio a su esfuerzo, un decreto del Poder Ejecutivo paraguayo le confería el grado de Teniente Primero en comisión, del Ejército paraguayo”, refirió Sapienza.
A partir de entonces, Pettirossi empezó a ser conocido en Europa y América por una serie de hazañas, ya que durante todo el año 1913 realizó varios vuelos en monoplanos Deperdussin por Francia; entre los que se destaca uno en el cual estuvo en un vuelo nada menos que ocho horas, por lo que batió el récord mundial de permanencia en el aire, motivo por el cual la prensa francesa lo elogió otorgándole el título de “Rey del aire”.
El historiador puntualizó que el aviador realizó un vuelo sin escalas de 450 kilómetros entre París y Mourmelon-le-Grand, cerca de Reims (Francia), además de una serie de maniobras acrobáticas como loopings, ochos, eses, vuelos invertidos, entre otras. “Fue después de uno de sus tantos vuelos que un periodista francés le preguntó cómo se sentía él en el aire, a lo que contestó: ‘Me siento dueño del espacio, después de Dios’”, precisó el historiador Sapienza.
Trágico final
El fallecimiento del “Rey del aire” se dio también en los cielos, el 17 de octubre de 1916, cuando volaba a bordo de su fiel Deperdussin “T”, y la tragedia ocurrió mientras realizaba su famoso “looping al revés”, en los cielos de Ensenada, en la Provincia de Buenos Aires. El incidente se dio cuando un tensor del ala izquierda cedió, desprendiéndose y golpeando la hélice, seccionándola. Inmediatamente, se quebró el ala izquierda y el aparato empezó a caer en picada pronunciada sin que Pettirossi pudiera hacer algo para evitarla, precipitándose al suelo, donde murió instantáneamente.
El reloj que usaba en el momento de su deceso se detuvo por la violencia del impacto exactamente a las 9:25, aproximadamente 25 minutos después de haber despegado, en lo que todos los presentes creyeron sería una jornada más de históricas deslumbrantes piruetas, pero fue la última del aviador paraguayo.
Los restos de Silvio Pettirossi fueron velados en la sede del Aeroclub Argentino, donde delegaciones de varios países sudamericanos le rindieron un último homenaje. Luego, el féretro fue trasladado al puerto para ser embarcado con destino a Asunción en un vapor. En la confluencia de los ríos Paraguay y Paraná, el ataúd fue transferido al cañonero “Adolfo Riquelme” de la Armada Paraguaya, que lo trajo a Asunción.
En la capital paraguaya fue recibido por altas autoridades civiles y militares, y más de 30.000 personas siguieron el cortejo fúnebre hasta el Ministerio de Guerra y Marina y posteriormente a la Escuela Militar. Al día siguiente, se realizó un oficio religioso en la Catedral de Asunción, finalmente fue enterrado en el Mausoleo Militar del cementerio de Recoleta de Asunción.
“Sin lugar a dudas, fue uno de los acróbatas aéreos más extraordinarios de su época, creador del looping invertido y de otras maniobras audaces y arriesgadas que nacieron del espíritu itálico, inquieto y creativo. Pettirossi sembró la semilla de la Aviación en Paraguay y a partir de él otros siguieron sus pasos como Carlos de Paoli y Francisco Montanaro, ambos pilotos paraguayos que pelearon en la Primera Guerra Mundial como voluntarios en la Aviación Militar Italiana, finalizó el historiador Antonio Sapienza.
Datos clave
- El prodigio de la aviación paraguaya nació en Asunción un 16 de junio de 1887.
- El 4 de octubre de 1912, en Francia, ingresó como alumno en la Escuela de Aviación Deperdussin en Reims.
- El 17 de noviembre de 1914 realizó el primer vuelo oficial en cielo guaraní.
- El fallecimiento del “Rey del aire” sucedió el 17 de octubre de 1916.
- Fue uno de los acróbatas aéreos más extraordinarios de su época, creador del looping invertido y de otras maniobras audaces.
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A mediados de 2025, los Super Tucano ya estarían en Paraguay
La adquisición de los seis aviones Super Tucano de las Fuerzas Aéreas Paraguayas ya está en proceso, y se estima que para junio o julio del próximo año ya estén sobrevolando el espacio aéreo del territorio nacional en el marco de la lucha frontal contra el narcotráfico. El ministro de Defensa Nacional, Óscar González, explicó a La Nación/Nación Media, cómo se dio este proceso.
Primeramente, detalló que los trabajos previos ya se iniciaron hace tres meses con el decreto del Poder Ejecutivo, que autorizó al Ministerio de Defensa la adquisición de las aeronaves. A partir de ahí, con ese decreto el Ministerio de Economía inició junto con el Ministerio de Defensa/Fuerza Aérea Paraguaya las gestiones ante el Banco Nacional de Desarrollo Económico Social del Brasil (BNDES) la firma del contrato de empréstito.
El banco remitió un borrador de este contrato a Paraguay y el Ministerio de Economía y Finanzas realizó la revisión de este borrador, y nuevamente fue remitido al banco brasileño. Una vez cumplido con todos los protocolos, el contrato definitivo y el dictamen favorable del Ministerio de Economía, el presidente de la República, Santiago Peña, firmó el decreto que autoriza el contrato del préstamo de USD 101.606.009.
El ministro de Defensa también adelantó que el próximo lunes 18 de noviembre los ministros de Economía de Paraguay, Carlos Fernández Valdovinos, y de Brasil, Fernando Haddad, firmarán el contrato de empréstito que se realizará en Río de Janeiro; inmediatamente, se iniciará con el proceso de compra con la empresa brasileña Embraer.
COMBATE FRONTAL SIN NECESIDAD DE DERRIBAR
Por otra parte, González especificó que el objetivo principal es el combate frontal a los vuelos ilícitos, pero aclarando que no se aplicará la ley de derribos, ya que la ley de protección del espacio aéreo no contempla esta acción.
“Eso no significa que no vayamos a combatir a los vuelos irregulares. Esas aeronaves van a ser acompañadas hasta que finalmente aterricen, una aeronave no puede estar volando indefinidamente en el espacio. El hecho de que no tengamos ley de derribo no significa que no vamos a cumplir con esta misión”, sentenció.
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El vuelo de Silvio Pettirossi que abrió los cielos del Paraguay
- Por Sara Valenzuela
- sara.valenzuela@nacionmedia.com
- Fotos: Gentileza de Antonio Luis Sapienza
Un 17 de noviembre de 1914, quien fuera conocido a nivel mundial como el Rey de los Cielos, el Hombre Pájaro, el Insuperable y hasta como el As de Ases, el teniente primero Silvio Pettirossi realizó el primer vuelo oficial en nuestro cielo abriendo el espacio aéreo y marcando uno de los hitos más importantes de la aviación a nivel nacional.
Este primer vuelo no solo tuvo la distinción de ser el primero en su clase y el primero que fue visto por cientos de paraguayos que nunca antes habían experimentado un espectáculo aéreo similar, sino que la estrella que lo realizaba era nada menos que un paraguayo que acababa de finalizar un tour por diferentes capitales del mundo, en las que había sido ovacionado y reconocido por su gran destreza en la aviación.
Tanto el recibimiento del que fue parte Silvio Pettirossi como la gran convocatoria que se vio en cada una de sus múltiples presentaciones en las ciudades aledañas a la capital, se pudo percibir la gran admiración y respeto que todos los ciudadanos paraguayos sentían hacia el piloto, que desde el extranjero siempre enarboló su identidad paraguaya como un símbolo de orgullo.
“Pettirossi se embarcó hacia Asunción el 10 de noviembre de 1914 en un vapor conjuntamente con su fiel mecánico Becquet y el Deperdussin. El día 13 llega a Asunción, donde fue recibido como héroe nacional por una impresionante multitud. El anciano padre de Silvio, don Antimo, muy emocionado, decía: hijo no es un pájaro, pero vuela mejor que ellos’”, indicó el historiador aeronáutico Antonio Luis Sapienza.
NUPCIAS
El mismo destacó que la permanencia de Silvio Pettirossi en su natal Asunción fue bastante breve, ya que rápidamente se embarcó de vuelta rumbo hacia Montevideo, donde al llegar contrajo nupcias con Sara Usher Conde, una joven dama muy culta y de elevada posición social a quien había conocido en una visita anterior al Uruguay.
“Las noticias publicadas en los periódicos de la época sobre los exitosos vuelos de los hermanos Wright, Santos Dumont, Henri Farman, Roland Garros, Louis Bleriot, entre otros, reavivaron en Silvio la fiebre de volar, pero se dio cuenta de que la única manera de concretar su sueño era viajar al exterior. Así, se puso en contacto con su amigo, el senador argentino Benito Villanueva, manifestándole su intención de conocer las actividades aeronáuticas que estaban naciendo en aquel país”, comentó Sapienza.
Al ver el empeño de su hijo por seguir la carrera de aviador profesional, a pesar de estar en desacuerdo con su viaje y sus ideas revolucionarias en la materia, su padre lo apoyó y le dio su bendición para perseguir sus sueños y así fue como Pettirossi partió para Francia el 4 de octubre de 1912 y, una vez allá, ingresó como alumno en la Escuela de Aviación Deperdussin en Reims.
DESLUMBRANDO AL MUNDO
El 27 de enero de 1913, y ante la presencia de altas autoridades francesas y un gran público, Silvio Pettirossi y toda la camada de alumnos de aquella promoción se presentaron a rendir el examen final. Pettirossi cumplió con todas las pruebas a cabalidad y fue ampliamente felicitado por todas las autoridades presentes.
“El día 17 de febrero de aquel año, en una solemne ceremonia, le fue entregado su brevet, que tenía el número 1.128, ocupando el primer puesto entre 40 oficiales de las Fuerzas Armadas francesas de su promoción. Como premio a su esfuerzo, un decreto del Poder Ejecutivo paraguayo le confería el grado de teniente 1.° en comisión del Ejército paraguayo”, remarcó Sapienza.
A partir de entonces Pettirossi empezó a ser conocido en Europa y América por una serie de hazañas, ya que durante todo el año de 1913 realizó varios vuelos en monoplanos Deperdussin por toda Francia; entre los que se destaca uno en el cual estuvo en el aire nada menos que ocho horas, por lo que batió el récord mundial de permanencia en el aire, motivo por el cual la prensa francesa lo elogió llamándole Rey del Aire.
Así también, el historiador puntualizó que en otra oportunidad, el aviador realizó un vuelo sin escalas de 450 kilómetros entre París y Mourmelon, además de una serie de maniobras acrobáticas como loopings, ochos, eses, vuelos invertidos, entre otras.
TRÁGICO FINAL
El fallecimiento del Rey del Aire lamentablemente se dio también en los cielos, donde pasó gran parte de su vida adulta. Un trágico 17 de octubre de 1916 sufrió un accidente a bordo de su fiel Deperdussin T, cuando realizaba su famoso looping al revés, en los cielos de Ensenada, en la provincia de Buenos Aires. El incidente se dio cuando un tensor del ala izquierda cedió, desprendiéndose y golpeando la hélice, seccionándola. Inmediatamente, se quebró el ala izquierda y el aparato empezó a caer en picada pronunciada sin que Pettirossi pudiera hacer algo para evitarlo, precipitándose al suelo, donde murió instantáneamente.
El reloj que usaba en el momento de su deceso se detuvo por la violencia del impacto exactamente a las 9:25, aproximadamente 25 minutos después de haber despegado, en lo que todos los presentes creyeron sería una jornada más de históricas y deslumbrantes piruetas, pero fue la última del aviador paraguayo.
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Los Super Tucano surcarán el espacio aéreo paraguayo a partir de julio del 2025
La adquisición de los seis aviones Super Tucano por parte de las Fuerzas Aéreas Paraguayas, ya está en proceso, y se estima que para junio o julio del próximo año ya estén sobrevolando el espacio aéreo del territorio nacional, en el marco de la lucha frontal contra el narcotráfico. El ministro de Defensa Nacional, Óscar González, explicó a La Nación/Nación Media, cómo se dio este proceso.
Primeramente, detalló que los trabajos previos ya se iniciaron hace tres meses con el decreto del Poder Ejecutivo, que autorizó al Ministerio de Defensa la adquisición de las aeronaves, a partir de ahí, con ese decreto el Ministerio de Economía inició junto con el Ministerio de Defensa/Fuerza Aérea Paraguaya, las gestiones ante el Banco Nacional de Desarrollo Económico Social del Brasil (BNDES) la firma del contrato de empréstito.
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El banco remitió un borrador de este contrato a Paraguay y el Ministerio de Economía y Finanzas realizó la revisión de este borrador, y nuevamente fue remitido al banco brasileño. Una vez cumplidos todos los protocolos, el contrato definitivo y el dictamen favorable del Ministerio de Economía, el presidente de la República Santiago Peña, firmó el decreto que autoriza el contrato del préstamo de USD 101.606.009.
El ministro de Defensa también adelantó que el próximo lunes 18 de noviembre, los ministros de Economía de Paraguay, Carlos Fernández Valdovinos, y de Brasil, Fernando Haddad, firmarán el contrato de empréstito, que se realizará en Río de Janeiro, inmediatamente, se iniciará con el proceso de compra con la empresa brasileña Embraer.
La protección del espacio aéreo
A partir de ese momento, la empresa Embraer ya tiene la luz verde para finiquitar los detalles para la entrega. Son seis aeronaves que van a ser entregadas al Paraguay, y la meta es que esas aeronaves lleguen a Paraguay en el mes de junio o a más tardar en julio del 2025.
El ministro de Defensa sostuvo que la misión principal de estas aeronaves es permitir dar la capacidad a la Fuerza Aérea Paraguaya para cumplir su misión constitucional que es la protección del espacio aéreo paraguayo.
“Con ese cumplimiento de visión, viene lo siguiente, que con estas aeronaves el Estado paraguayo va tener el espacio aéreo controlado y vamos a terminar con aquello que las aeronaves realizan vuelos ilícitos, que son tareas que realiza el crimen organizado en todas sus facetas, especialmente el narcotráfico”, apuntó.
Combate frontal sin necesidad de derribar
Por otra parte, González especificó que el objetivo principal es el combate frontal a los vuelos ilícitos, pero aclarando que no se aplicará la ley de derribos, ya que la ley de protección del espacio aéreo no contempla esta acción.
“Eso no significa que no vayamos a combatir a los vuelos irregulares. Esas aeronaves van a ser acompañadas hasta que finalmente aterricen, una aeronave no puede estar volando indefinidamente en el espacio. El hecho de que no tengamos ley de derribo no significa que no vamos a cumplir con esta misión”, sentenció.
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