En la mañana de este jueves, la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), liderada por Jalil Rachid, procedió a la extradición de Federico Ezequiel Santoro tras ser requerido por la justicia de los Estados Unidos por conspiración para cometer lavado de dinero trasnacional.
Santoro, de 44 años de edad, es considerado como la mano derecha del prófugo narcotraficante uruguayo Sebastián Marset, investigado en el operativo A Ultranza. Su entrega se concretó bajo un fuerte despliegue de seguridad desde la base de la Senad hasta el Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi, con destino a Norteamérica mediante un vuelo privado.
El proceso de extradición contó con la presencia de los agentes del Ministerio Osmar Legal, de la Unidad Especializada Anticorrupción, y Manuel Doldán, de la Unidad de Asuntos Internacionales. Asimismo demandó la presencia de agentes de la Administración de Control de Drogas (DEA) en el país.
“Él es una pieza fundamental y principal en este esquema de lo que fue A Ultranza. Lo que Santoro hacía básicamente era administrar el dinero, las ganancias provenientes del tráfico internacional de drogas”, sostuvo Rachid en una entrevista con el programa “Arriba hoy” emitido por el canal GEN y Universo 970 AM/Nación Media.
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Antecedentes
Santoro fue detenido el 23 de agosto del año pasado en el departamento de Alto Paraná tras allanamientos impulsados por la Senad, pero recién en diciembre se dispuso que la detención sea con fines de extradición ante la solicitud de los Estados Unidos.
El Tribunal de Distrito Este de Virginia (EE. UU.) solicitó a la justicia paraguaya la detención con fines de extradición del uruguayo Federico Santoro, acusado de conspiración para cometer lavado de dinero y con una expectativa de 20 años de prisión, de acuerdo al requerimiento remitido el 13 de diciembre a través de la Embajada de Estados Unidos en Asunción.
El exhorto hace referencia a que una investigación efectuada por las autoridades norteamericanas identificó a una organización de narcotráfico y lavado de dinero con sede en Paraguay, la cual, por lo menos a partir de noviembre de 2019 y continuando en lo sucesivo hasta setiembre de 2021 inclusive, fue responsable de adquirir y transportar múltiples toneladas de cocaína desde Bolivia a Paraguay, que era enviada a diversos países de Europa.
La investigación reveló, a través de comunicaciones intervenidas y registros de un banco corresponsal estadounidense situado en Richmond (Virginia), que Santoro Vasallo se dedicaba al lavado de dinero transnacional para esta organización de narcotráfico y efectuó numerosas transacciones financieras con fondos que serían derivados del narcotráfico.
En febrero de 2021 Santoro Vasallo dirigió una transferencia de dinero desde Europa por aproximadamente 31.000 dólares que se canalizaron a través del banco estadounidense a una empresa en China. El uruguayo era buscado en Paraguay desde febrero de 2022 en la operación A Ultranza Py, que tiene como principal objetivo a su compatriota Sebastián Marset.