La búsqueda de Loan Peña. el niño de 5 años desaparecido en Corrientes, no solo conmociona a toda la sociedad argentina de norte a sur, sino que también repercute en los países vecinos y medios de comunicación como La Nación de Argentina que en un artículo de esta tarde titula. “Así de fácil es cruzar las fronteras argentinas hacia Paraguay, Bolivia o Brasil”, evidenciando que los controles en algunos sitios es muy pobre y hasta nulo en algunos casos.
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Existen varias hipótesis sobre la desaparición, desde una huida de la casa, pasando por un secuestro en el podría estar involucrado un familiar que en cuenta de Facebook tiene un gran número de fotos del sobrino, hasta un caso de trata de persona.
La denuncia de que el menor habría sido visto en Alto Paraná hizo que la Policía Nacional investigara y finalmente descartara el hecho debido a las características expuestas en las imágenes de circuito cerrado, sin embargo la posibilidad de haber pasado a otro país hizo que la propia ministra argentina Patricia Bullrich llegara a Paraguay para seguir las pistas de Loan Peña.
En esa tesitura, sin descartar que el niño haya sido llevado a algún país vecino, el medio argentino comienza con que “es posible caminar por un pequeño tronco tirado sobre un riacho en la misionera ciudad de Bernardo de Irigoyen y pasar a Brasil en 3 segundos. Algo más al Norte, en Salvador Mazza, Salta, a 50 metros de un puesto fronterizo se puede entrar a una prolija casa por la puerta ubicada en una calle argentina y caminar unos pasos por el interior vacío y salir por el patio ubicado en el territorio boliviano”.
El artículo también se refiere a la frontera con nuestro país. Dice que “para pasar de Chaco, o Formosa, a Paraguay alcanza con cualquier embarcación rudimentaria que apenas flote unos minutos. O si se quiere evitar cualquier trastorno de rutas no convencionales, es posible llegar a la ciudad misionera de Puerto Rico y, por unos pocos pesos, pasar con un auto sobre una balsa sin dejar huella en los registros de ninguno de los dos países”.
El medio también hace un recuento del paso ilegal de mercaderías, que sus periodistas pudieron comprobar sin mucho esfuerzo ya que esta práctica en común en todos los sitios fronterizos.
“Los ejemplos que anteceden son una pequeña muestra de lo que sucede en las porosas fronteras argentinas y que La Nación pudo comprobar en varios viajes a los límites del país, esos enclaves donde funcionan otras reglas y en los que el Estado se declara absolutamente incapaz de regular las relaciones fronterizas. En una palabra, son territorios donde “pasa de todo”; y donde también “se pasa de todo”, de un lado a otro del territorio”, refiere la publicación.
A continuación expresa que el caso de Loan “puso en primer plano lo que sucede desde hace años en la frontera norte, en donde el delito y el contrabando conviven con la legalidad. Solo es necesario llegarse a esos lugares para mirar lo que sucede a cielo abierto; o esperar que la opinión pública se conmueva con un niño que se especula que transitó esos pasillos ilegales tras ser arrancado de su familia”.