Para los servicios de emergencia, la Policía Nacional y transeúntes, el accidente de tránsito ocurrido hace dos días fue uno de los miles que se registran cada año. Para los curiosos fue una imagen como las que a diario ven en las pantallas de su celular y lo pasan sin la menor empatía, sin embargo la tragedia marcó para siempre la vida de toda una familia.
Según los testigos, la desgracia ocurrió cuando una joven de 19 años de Ciudad del Este cayó del transporte público en el que se trasladaba y recibió un fuerte golpe que le hizo perder el conocimiento. Con presteza, fue llevada de urgencia al hospital más cercano, donde los médicos la auscultaron, constatando que la víctima presentaba muerte cerebral.
En medio del dolor y de la incredulidad, sus seres queridos tuvieron que soportar lo ocurrido y aun tuvieron la fuerza necesaria para aceptar la proposición de los médicos de donar los órganos a otras personas y brindarles otra oportunidad en la vida.
El amor por esas personas desconocidas que a diario viven un calvario silencioso ganó al egoísmo y tanto su corazón como sus riñones, sus córneas seguirán teniendo vida gracias a esa decisión difícil, pero heroica.
Personal de ablación comenzó a retirar los órganos hace unas horas y fueron trasladados al aeropuerto para su desplazamiento hasta Asunción, donde los que figuran en la lista de espera fueron notificados para la cirugía. Varios quirófanos y médicos especialistas iniciaron la maratónica jornada para honrar la decisión de la familia de la joven y brindar una nueva vida a varias familias.
Luján seguirá viviendo
El corazón de la joven de Ciudad del Este llegó hace una hora aproximadamente al hospital Pediátrico Acosta Ñu, donde el plantel de médicos comenzó el proceso de trasplante en María Luján, una niña que desde hace cinco meses se encontraba conectada al corazón artificial.
En medio de lágrimas y oraciones, los parientes de la nena agradecen a la otra familia y reconocen su dolor mientras ven la camilla de María Luján atravesar las puertas del quirófano. Desde Ciudad del Este llega una oportunidad y su fe se acrecienta. Ella soportó valientemente cinco meses a Wally, su corazón artificial que le permitió llegar hasta este momento.