Pedro Juan Caballero (Emerson Dutra, corresponsal)
A pesar de las investigaciones, la Policía Nacional no tiene pista que pudiera llevar a la captura de los sicarios que, el pasado domingo, asesinaron a tiros a Clemencio “Gringo” González (64) en el barrio Obrero de la capital departamental.
En la víspera, la investigación se centró en recabar informaciones e imágenes de cámaras de circuito cerrado que pudieron grabar, por lo menos, la llegada de los matones a “sueldo” en el inquilinato donde residía el considerado “campo” narco. “Hace dos meses que la víctima residía en el lugar”, reveló el agente fiscal Andrés Cantaluppi, a cuyo cargo se encuentra el caso.
La hipótesis que maneja la policía es que “Gringo” González se encontraba escondido en el sitio porque estaba siendo “cazado” por peligrosas bandas criminales que, incluso, pusieron precio por su cabeza: G. 400 millones. “Tenía muchos enemigos”, sostuvo el comisario Ignacio Muñoz, director de policía de Amambay.
Analizan grabaciones
Expertos en homicidios analizaron el video donde se puede apreciar cuando los sicarios llegaron, el pasado domingo, a la residencia ubicada en el barrio Obrero de la capital departamental para matar a Clemencio.
En las imágenes en las que tuvo acceso los investigadores, se pueden apreciar que tres de los cuatro matones descienden del rodado e ingresan raudamente a la casa portando armas de grueso calibre. Tras ejecutar a “Gringo”, salen corriendo, suben al vehículo y abandonan el sitio raudamente con rumbo desconocido.
Minutos después, la policía encuentra calcinado el rodado en la zona conocida como Jardín Aurora. De los presuntos autores del crimen, hasta el momento nada se sabe.