Agentes del Ministerio Público y del Departamento de Automotores de la Policía Nacional allanaron una vivienda que fungía de escribanía en pleno centro de Asunción. Se procedió a la detención de Julio Ramón Cáceres Carrillo (52), escribano público que contaba con matrícula suspendida por la Corte Suprema de Justicia por falsificación de documentos públicos.
La oficina funcionaba sobre las calles Milano casi Juan E. O´Leary de la capital del país, hasta donde llegó la comitiva fiscal policial y procedió a la detención del denunciado. Se hallaron evidencias de sobre presunta falsificación de documentos que habrían sido proveídos a robacoches.
A pesar de la casación de su matrícula, el hombre seguía ejerciendo la profesión en una residencia particular y principalmente colaborando con personas vinculadas a la expedición de documentos de contenido falso para facilitar la comercialización de vehículos.
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“Se procedió al allanamiento de una vivienda que fungía de escribanía, que no tenía cartel ni nada. El propietario o la persona encargada ahí, el profesional que hacía los trabajos ahí se trata de una persona de 52 años de nombre Julio Ramón Cáceres”, señaló el comisario Abelardo Acosta a los medios de prensa.
Confirmó que el profesional se “encuentra suspendido desde el mes de julio del 2023 por hechos similares de producción de documentos públicos con contenido falso”. El policía aseveró que durante el procedimiento se pudo corroborar en los cuadernos de actas y anotaciones los detalles de los trámites hechos sobre ciertos rodados que estaban consignados plenamente. “También se pudo encontrar en el lugar chapas de vehículos denunciados como hurtados y extraviados”, puntualizó.
Tras ser aprehendido, el sujeto fue derivado a la comisaría de la zona y ya se encuentra a cargo del Ministerio Público, luego de ser acusado por las víctimas de que estaba operando a favor de una red de robacoches. Se dedicaba a la elaboración de contratos privados fraguados para facilitar la entrega de automóviles que posteriormente eran revendidos y de esta manera se concretaba la estafa.