Junto a un canal del barrio rojo de Ámsterdam, se observa una mujer tras una ventana que en realidad es el holograma de una trabajadora sexual, con el cual la policía neerlandesa espera resolver un macabro asesinato de 2009. La imagen de tamaño real de Bernadett Szabo, conocida como Betty, nubla el vidrio con su aliento y escribe la palabra “AYUDA” con su dedo.
“Hace 15 años, Betty fue asesinada de manera horrible, y la investigación nunca concluyó”, indicó a AFP el portavoz de la policía de Ámsterdam, Olav Brink. Betty, de nacionalidad húngara, tenía 19 años cuando fue brutalmente apuñalada en el burdel donde trabajaba en el histórico barrio rojo, meses después de dar a luz a su hijo.
Pese a la extensa investigación policial, el caso quedó sin resolver. Sin embargo, al revisarlo, la policía halló “pistas prometedoras en la investigación” y decidió reabrir el caso, explicó Brink. Utilizando tecnología de visualización 3D, la policía espera que la imagen de Betty provoque el reconocimiento de personas que podrían tener información sobre su asesinato.
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“Aún hay gente que sabe lo que le pasó a Betty”, afirmó Brink, quien espera que, pasados 15 años, “la gente se sienta más libre de compartir información con la policía”. La iniciativa también apunta a alertar sobre la violencia que enfrentan las trabajadoras sexuales. Un 78 % de las trabajadoras sexuales de Países Bajos han enfrentado violencia sexual, y 60 % reportaron violencia física, según un informe de 2018 de organizaciones de beneficencia y grupos de derechos de las mujeres.
En la semana posterior al lanzamiento del holograma y la información acompañante sobre Betty, la policía ha visto “que mucha gente lo está comentando”. En el barrio donde las mujeres miran desde cubículos con ventana y luz roja, grupos de personas paran y conversan sobre la presentación llamada “¿Quién era Betty?”. Theo, de 80 años, vecino de las afueras de Ámsterdam, dijo que leyó sobre el proyecto en la prensa y “vine especialmente para verlo”. Soyoon Jun, de 34 años, vive cerca del barrio rojo, “así que para mí fue más chocante que hubiera vecinos que enfrentaron este evento tan horrendo”.
Para Jun, quien trabaja en una beneficencia cristiana, el holograma “lo hizo real” porque “no era solo la información, sino que la gente podía sentir la impotencia que habría sentido Betty”. La policía “ha recibido varias pistas con la campaña”, confirmó Brink a AFP. Sin embargo, no han recibido la “pista de oro”, que otorga una recompensa de 30.000 euros (31.600 dólares).
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Según Brink, el holograma fue una “forma especial de llamar la atención al caso” en De Wallen (barrio rojo), “uno de los sitios más transitados de Ámsterdam, y probablemente de todo los Países Bajos”. Sin embargo, las trabajadoras sexuales de Ámsterdam podrían perder la visibilidad que tienen actualmente. El gobierno local planea reubicar el barrio rojo a un sitio en el sur de la ciudad para reducir la delincuencia y el tránsito de turistas en la zona. Decenas de miles de vecinos y trabajadoras sexuales rechazan el traslado, y más bien piden mejorar las medidas de control de multitudes y vigilancia.
Miranda K, de 57 años, vive cerca de Ámsterdam y dice que el plan de reubicación es “una pena” porque se siente segura en De Wallen. El nuevo centro estará en una zona “oscura”, dijo, mientras De Wallen tiene “turistas y gente y locales y hay de todo. Creo que es más seguro aquí”. “Para mí no se trata solo de encontrar a Betty o de quién era Betty, sino sobre (...) estas otras mujeres en las calles”, indicó.
Fuente: AFP.