La Gobernación de Ñeembucú declaró estado de emergencia luego de que varias localidades sufrieran inundaciones a raíz de las fuertes y continuas lluvias que se dieron días atrás en la zona, razón por la cual las familias se vieron obligadas a dejar sus hogares.

“Aproximadamente, son 2.700 las familias afectadas por las inundaciones, muchas de ellas debieron ser evacuadas del lugar donde se encontraban, se cerraron 8 escuelas por la imposibilidad de dar clases y están de manera virtual. Hasta ahora hay varias comunidades asiladas y estamos trabajando para hacerle llegar la asistencia”, indicó el gobernador de Ñeembucú, Víctor Fornerón, en comunicación con el programa “Arriba hoy”, emitido por GEN y Universo 970 AM/Nación Media.

El mismo remarcó que se encuentran realizando un monitoreo constante desde el centro de emergencias que fue establecido en la gobernación y que tanto intendentes como concejales de las zonas más afectadas se encuentran reportando de manera continua la situación de las familias y el avance de las aguas, de manera de dar la cobertura primaria y alimentaria a todas las personas afectadas.

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Por otro lado, destacó que se encuentran trabajando ya con varios equipos y maquinarias para continuar con el trabajo de drenaje de las aguas que habían iniciado justamente días antes de que iniciaran las lluvias, previendo justamente una posible inundación, ya que se conoce que ciertas áreas son más vulnerables que otras a las inundaciones teniendo en cuenta la composición del suelo y la cercanía de esterales y arroyos.

“Estamos nosotros previendo toda la cobertura para poder asistirle a nuestra gente, afortunadamente hace dos días ya dejó también de llover y nos llega la información positiva de que las aguas ya empiezan a descender y eso nos ayuda para poder brindarle la cobertura a mucha gente que está esperando todavía la asistencia”, comentó Fornerón.

En cuanto a la normalización de la situación, el mismo reconoció que al menos necesitarían 20 días sin lluvias para que se pueda hablar del retorno de las familias a sus hogares, remarcando que de igual manera los daños que se dieron en cultivos, que en la mayoría de los casos son para el consumo familiar, deberán ser reparados y se preparará un plan de contingencia alimentaria para las familias afectadas.

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