El drama que viven más de 300 conductores de camiones en la ciudad de San Antonio, que esperan hace al menos tres semanas para cargar combustible y poder regresar a Santa Cruz, derivó en el fallecimiento de tres cisterneros identificados, así como otros dos que habrían perecido en el camino de retorno. En tanto, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) anunció ayer miércoles que suspenderá contratos con las empresas de transporte de combustibles que enviaron cisternas sin autorización.
“El parque automotor contratado para Paraguay por cuenta propia ha enviado a las unidades a las plantas de carguío, sin la autorización de YPFB, es por eso que están paradas bastante tiempo sin una nómina y sin autorización para carga”, dijo Ariel Montaño, director de Comercialización e Importaciones de la petrolera estatal, en entrevista con Bolivia TV.
“Entonces ellos prefieren enviar las unidades a destino esperando a que nosotros reactivemos ese punto de importación para ser los primeros en cargar, pero no es lo adecuado”, cuestionó Montaño sobre la acción de las empresas transportadoras de enviar anticipadamente los camiones cisterna a Paraguay, sin contar con el permiso de carga, ya que YPFB les paga por litro transportado.
Tres fallecidos identificados
“Estamos aquí porque Yacimientos no quiere pagar el combustible; al menos eso nos dicen los encargados en Paraguay”, dijo uno de los conductores varados en Paraguay al medio boliviano Red Uno, que se interiorizó sobre las condiciones que soportan los trabajadores del transporte en torno al estacionamiento para camiones de la empresa Avispón en la ciudad de San Antonio.
El hospital de Ñemby confirmó el deceso de Boris Vega, de 48 años, el pasado 17 de marzo, y de Andrés Gareca Durán, de 67 años, el sábado 6 de abril, después que ambos fueran internados en este centro asistencial. En tanto, el martes 9 de abril, Gildardo César Jerez Mendoza, de 63 años, fue encontrado sin vida en la cabina de su camión por sus compañeros.
Tres baños para 400
Los tres fallecimiento tuvieron como causa el infarto, que se vinculan a factores como enfermedades de base y el estrés, así como la coincidencia con las temperaturas extremas que registró Paraguay de 45 grados, que contribuyeron a deteriorar la salud de los camioneros bolivianos, en medio de incomodidades e insalubridad del lugar de espera.
“Somos más de 400 personas, y tenemos que hacer largas colas para poder usar los baños”, aseguró el transportista a Red Uno, resguardando su identidad por miedo a represalías por parte de la empresa contratista. No tienen cocina y tampoco pueden tomar agua porque temen que esté contaminada. “Nos mandan a cocinar al monte. El otro día encontramos dos víboras, mientras cocinábamos y hay todo tipo de bichos”, afirmó.
Sin comer
“Cada día en el estacionamiento nos cobran 20.000 guaraníes por el uso del lugar y de los servicios (baño y duchas)”, aunque al final muchos no pueden usarlos. “Desde que comenzamos a grabar todo, nos tienen encerrados, no dejan que entren o salga nadie. Muchos colegas tienen sus mujeres, y hasta a ellas las sacaron, ahora ellas no tienen donde quedarse y para pagar un cuarto acá es caro, y tampoco hay muchos lugares donde alquilar, porque es un pueblo pequeño”, señaló.
“Muchas veces nos quedamos sin comer”, indicó el transportista, quien relata que antes de dar a conocer la muerte de los transportistas, ingresaban dos señoras a vender almuerzo, pero ya se permite el ingreso de nadie. Por lo que se ven obligados a salir a buscar qué comer, pero deben estar atentos porque supuestamente cierran las puertas, a modo de presionar para que no salgan.