Perder a un ser querido es la situación más difícil que atraviesa una familia. Sin embargo, en medio de ese dolor, y ante la situación irreversible, optar por dar vida a personas que están esperando una oportunidad, es un tremendo acto de amor y un mensaje de que luego de la muerte se puede seguir ayudando.
Ayer se concretó la donación de tres órganos que abre las puertas para mejorar la calidad de vida de personas que estaban en lista de espera desde hace mucho tiempo. Uno de ellos es un hombre de 30 años, quien estuvo conectado a un corazón artificial por más de 100 días, debido a que este órgano ya no estaba en condiciones de mantener los signos vitales del paciente.
La donación multiorgánica se realizó en los últimos días, luego del diagnóstico de muerte encefálica de un joven de 31 años, quien estaba internado en el Hospital Nacional de Itauguá. El proceso de ablación se realizó en el Instituto Nacional de Ablación y Trasplante (INAT) y los órganos se distribuyeron con ayuda de los agentes Linces a tres pacientes en lista de espera.
Uno de los beneficiados es un hombre de 30 años, quien se encontraba en el Hospital San Jorge, conectado a un dispositivo ECMO, debido a su grave condición. Él recibió el corazón, que según los reportes médicos, late con fuerza. Esto permite que incluso se le retirara el respirador. No obstante, continúan las horas críticas, que son 72.
“La asignación del corazón se realizó por la compatibilidad de peso, considerando que los otros niños de la lista de espera son pequeños”, explicó el director del INAT, Hugo Espinoza. Agregó que el paciente estaba bastante deteriorado, por lo que se le debió conectar al respirador y llevaba más de 100 días conectado al aparato.
En cuanto a los riñones, fueron donados a pacientes del Instituto de Previsión Social (IPS), de 38 y 68 años de edad, respectivamente, después de obtener los resultados de la tipificación HLA. A estas tres personas beneficiadas con la donación se sumarán quienes reciban las córneas, las cuales fueron extraídas por la Fundación Visión y llevadas al Banco de Córneas para implantarlas en unas 48 horas.
Te puede interesar: Chipa’apo, tradición que une a las familias