Según la feligresía católica, durante la Semana Santa se recuerdan los misterios de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo. Estos días se prestan para la reflexión, el perdón y el sacrificio a fin de lograr una conversión el Domingo de Pascuas, día en que Cristo venció a la muerte.
Según el capuchino hermano Marcelo Caballero, todos los días de la Semana Santa nos invitan a prepararnos intensamente a celebrar a Cristo resucitado después de la larga preparación de la cuaresma. “Estos días santos no invitan a recogernos especialmente en la oración con el señor”, refirió en contacto con La Nación/Nación Media.
“Celebramos su misterio de amor, por el cual él ofrece su propia vida en rescate de cada uno de nosotros. Que nosotros pecadores estábamos condenados, pero él asumió la condena por nosotros. Como él es autor de la vida no podía permanecer muerto, entonces él vence a la muerte con su resurrección y nos ofrece el perdón de los pecados más una vida nueva”, explicó.
Lunes Santo de la unción
Indicó que el Lunes Santo en el Evangelio del día se recuerda la unción en Betania, porque se rememora el día en que María derramó el perfume sobre Jesús. “Es cuando Jesús asocia este gesto de María al gesto de las personas que preparaban el cuerpo para la sepultura justamente para vivir lo que Jesús viviría días después con la pasión”, afirmó el hermano.
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El padre Christian Medina, de Caacupé, destacó que el Lunes Santo se recuerda el segundo día de la Semana Santa que empezó ayer con el Domingo de Ramos. “Recordamos la unción en Betania, lugar donde Jesús se encontraba con sus amigos. Era como un lugar de vacaciones y cuando Jesús quería descansar un poco y visitar a Marta, María y Lázaro; entonces en este lugar se hizo una cena en donde María se puso a ungir los pies de Jesús con un perfume de nardo y ese perfume que agarró todo la casa”, explicó.
Continuó contando que en ese entonces, Judas hizo un comentario de que en vez de derramar el perfume podía haberlo vendido y luego repartir a los pobres. “Sin embargo, Jesús hace una declaración: ella está preparando mi funeral, a los pobres siempre los tendrán con ustedes y a mí no siempre. Dándose así el caso de la unción en Betania”.
Afirmó que con esto, Jesús resaltó el valor de la mujer que siempre está presente y tratando de guiar todo dentro de la iglesia. “Hay una figura bíblica en esta lectura en el querer de Jesús y valora muchísimo lo que puede hacer la mujer dentro de la iglesia, es la persona que ayuda, que está siempre al pendiente, atendiendo las municiones, haciendo voluntariado, expresando esa cercanía con la vida de la iglesia y de Jesús. Siempre son las mujeres las que tienen un acompañamiento más cercano a las celebraciones y acontecimiento. Por eso Jesús le da ese privilegio a María”, expresó.
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