Cansados de los constantes robos domiciliarios y los asaltos, los vecinos del barrio Las Mercedes de Asunción realizaron una manifestación para pedir acciones más concretas de los organismos encargados de garantizar seguridad.

La acusación es contra los indígenas apostados frente a la sede del Instituto Paraguayo del Indígena (Indi), sobre la avenida Artigas. Pese a las denuncias reiteradas en la comisaría, los intervinientes alegan que no pueden hacer nada porque los afectados son de pueblos originarios.

Estamos sufriendo una ola de delincuencia y de inseguridad fantástica. O sea, nunca pasamos, yo estoy hace 48 años acá en este barrio y nunca pasé lo que estamos pasando hoy en día”, señaló Silvana Pappalardo, vocera del grupo a Unicanal.

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Dijo que anteriormente el problema provenía exclusivamente de consumidores de drogas, pero ahora se sumaron los indígenas que se encuentran en constante protesta frente a la citada institución estatal.

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Amenazan a estudiantes

Silvana Pappalardo dijo que nació y lleva viviendo 48 años en el barrio Las Mercedes y nunca vio tanta inseguridad en el vecindario. Foto: captura de video

“Se van a sus pueblos, pero quedan personas rezagadas acá y a esas personas no les queda más que otra cosa que estar en situación de calle. Eso implica que después se estén drogando y estamos sufriendo agresividad, hostigamiento”, manifestó.

Según los denunciantes, los indígenas realizan todo tipo de daños, incluso a los vehículos y amenazan a los chicos que van al colegio, quienes se exponen a asaltos con cuchillos.

“Hay ya mucha agresividad y los vecinos también ya estamos cansados. O sea, esto puede ir escalando en ambos lados y puede terminar mucho peor”, alertó.

Hace dos semanas una señora enferma fue víctima de asalto domiciliario e inclusive casi fue abusada por los malvivientes, conforme expresó Silvana.

Se producen entre dos a tres asaltos por día en la zona. “Nosotros llamamos a la Comisaría y vienen horas después si es que no hay partido de fútbol en el Club Libertad porque si hay partido estamos fritos. Nadie nos hace caso porque ellos están todos apostados en la cancha para que a los que juegan futbol no les pase nada”, se quejó.

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