Por Karina Ríos, karina.rios@nacionmedia.com
Paraguay pasa por la temporada alta de incendios de pastizales y forestales, que ya destruyeron 50.000 hectáreas en todo el territorio nacional desde enero pasado hasta la fecha. Pero no se debe atribuir las llamas al intenso calor o a la sequía, ya que el fuego fue principalmente provocado por la actividad humana, ya sea intencional o accidentalmente.
En entrevista con La Nación/Nación Media, el capitán Ray Mendoza, segundo comandante del Cuerpo de Bomberos Voluntarios del Paraguay (CBVP), explicó que los incendios suelen iniciarse por colillas de cigarrillos, quemas de pastizal, de basural y para la obtención de miel, este último se da especialmente en las comunidades indígenas. En todos los casos, no se tienen en cuenta la sequía o el calor para realizar las quemas.
“Con cada incendio de forestal se tiene como mínimo un trabajo de 24 horas. Hace poco, en zona del Chaco, a la altura del kilómetro 140, trabajamos 15 días para contener un gran incendio”, dijo Mendoza a LN. Confirmó que en lo que va del 2024 hubo más incendios que en el 2023, lo que preocupa a los bomberos y buscan que la población tome conciencia porque no solo afecta las viviendas, sino que también a los fauna y flora, especialmente a animales en peligro de extinción. “Se estima que en lo que va de este año tenemos más de 50 mil hectáreas afectadas por las llamas a nivel país”, refirió.
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Provocadas
Tanto los bomberos con el Instituto Forestal Nacional (Infona) vienen realizando campañas de concienciación para frenar los incendios provocados, pero el impacto es muy poco y están reportando más incendios. “El 85 % de las llamas es causado por el hombre. Algunos lanzan las colillas de cigarrillo, pero también sabemos que hay personas que paran sus rodados y prenden fuego al pastizal, luego se van”, comentó el bombero a Nación Media.
Agregó que los incendios forestales en zona de las comunidades indígenas se dan por que ellos están en temporada de cosecha de miel. “En caso de que esté muy alto el panal, ellos suben, pero si no pueden bajar cortan el árbol y queman, ahí es donde se descontrola por el viento. También, hay casos de quema de pastizal para mecanizar y renovar el campo”, puntualizó.
Dificultad con el agua
El capitán confirmó que ante un incendio forestal los bomberos van preparados con herramientas manuales, mochilas forestales y el agua, que es fundamental, pero que en algunas situaciones escasea. “Nos abastecemos, en el caso que haya, con algunas lagunas, arroyos o ríos cerca para tener agua constante. En el caso de que no haya agua en la zona, solicitamos apoyo de las demás compañías que tengan cisternas y nos abastecemos así”, apuntó Mendoza.
Afirmó que en esta temporada es muy común que los pastizales estén con al menos un metro de altura y en su mayoría están secos por el alto calor. “Eso hace que se propague más rápido las llamas y más si se tiene vientos fuertes en la zona. En el caso de que el fuego llegue a zonas boscosas, el sistema de trabajo cambia, porque se requiere de maquinaria pesada. Lo ideal es evitar que ingrese al bosque”, apuntó.
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Equipos desgastados
El vocero de CBVP resaltó que con cada incendio que enfrentan los bomberos voluntarios se desgastan los equipos personales como herramientas. En cuanto a camiones y otras maquinarias, deben ingresar al mantenimiento después de cada incendio extinto, para evitar que presenten fallas en otro siniestro.
“Lo que más se desgastan son los equipos manuales como los de protección personal, los camiones y maquinarias. Todo deben ingresar si o si a mantenimiento tras cada incendio forestal, si no le hacemos el mantenimiento corren el riesgo de que se descompongan para el siguiente incendio”, señaló.
Zonas de riesgo
Cristina Goralewski, titular del Infona, explicó que en Paraguay la mayoría de los incendios son causados por actividades humanas, como la quema no controlada de residuos agrícolas y forestales; quema de basura, la negligencia en la gestión de fuegos de campamento, fogatas, y colillas de cigarrillo, entre otros.
“Estas prácticas, combinadas con factores climáticos como altas temperaturas y baja humedad, aumenta la vulnerabilidad de los bosques y pastizales a la ignición, y crea condiciones propicias para la propagación del fuego. A nivel país la zona considera de riesgo en la región Occidental es Presidente Hayes, mientras que en la región Oriental, es San Pedro”, comentó Goralewski en entrevista con La Nación/Nación Media.
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Focos de calor
En las últimas semanas se habló mucho de los focos de calor, Goralewski resaltó que son puntos en la superficie terrestre donde satélites han detectado un aumento significativo en la temperatura o la emisión de calor en relación con su entorno circundante. “No corresponden necesariamente a fuegos o incendios”, aclaró.
Así también, se habló de los fuegos activos que son zonas priorizadas durante el monitoreo satelital donde se acumulan al menos 3 focos de calor a una distancia máxima de 3 km entre ellos. “Estos fuegos activos representan la probabilidad de que se produzcan incendios en estas zonas”.
Explicó que el riesgo de incendios es la combinación de la probabilidad de que se produzca un incendio y sus posibles consecuencias negativas, está compuesto por dos factores, la amenaza y la vulnerabilidad. “Estos dos factores pueden estar determinados por diversas variables. Nuestros análisis de riesgo de incendios forestales contemplan variables como temperatura, humedad, viento y la proximidad de los focos de calor y fuegos activos”, acotó.
DATOS CLAVES
- El 85 % de los incendios son provocados por actividad humana y piden mayor conciencia a la población.
- En los incendios forestales se ven comprometidas la fauna y flora, en muchos casos los animales buscan refugio en las viviendas o zona urbanas. En algunos casos, mueren y son animales en peligro de extinción.
- La Ley 6818/21 le confiere al Infona diversas funciones referentes al manejo integral del fuego, entre ellas el monitoreo de incendios forestales, identificación de áreas potenciales de riesgo, determinación de zonas y épocas de prohibición de quema, establecimiento de normas, criterios y directrices a ser aplicados por las municipalidades, entre otras.