Los niños de 5 a 9 años son los más afectados por la forma grave del dengue, advirtió el pediatra Robert Núñez, quien pidió tener cuidado con los signos de alarma para una asistencia oportuna y evitar complicaciones de la enfermedad. El médico consideró fundamental la hidratación de los menores.
“Estamos en una meseta y estamos llegando al pico de la epidemia, tenemos ahora el contacto de los escolares entre sí, que va a hacer que el mosquito que esté por ahí escondido en el colegio, puede hacer que pique y transmita la enfermedad”, explicó el doctor Núñez al programa “Arriba hoy” del canal GEN y Universo 970 AM/Nación Media.
El exdirector de la XVIII Región Sanitaria instó a eliminar los potenciales criaderos del mosquito Aedes aegypti, debido al alto índice de infestación larvaria reportado por el Servicio Nacional de Erradicación de Paludismo (Senepa). Pidió a los padres reforzar el cuidado personal de los niños mediante la práctica de hábitos saludables que implican una buena alimentación, dormir las horas necesarias y el ejercicio físico.
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Irritabilidad y llanto sin parar
En cuanto a la parte clínica al presentarse un cuadro febril, el profesional recomendó consultar ante los primeros síntomas en el hospital más cercano. Otras de las manifestaciones comunes en los niños son los dolores articulares, óseos y retrooculares, consideradas de alerta. “Qué nos tiene que llamar la atención en los más pequeños que todavía no saben verbalizar mucho lo que están sintiendo: la irritabilidad, que haya un llanto sin parar, rechazo alimentario y una somnolencia, acompañado de la fiebre”, indicó.
En niños más grandes, el dolor abdominal es indicativo de que el paciente ya se encuentra cursando la forma grave del dengue. Así también se pueden presentar hemorragias en las encías y en la nariz, en tanto en las adolescentes puede aumentar el sangrado durante el período menstrual.
“Lo importante aparte de la evaluación: los análisis laboratoriales. Y después, del quinto al séptimo día se da el efecto de la fase crítica de la enfermedad, en la cual puede haber una extravasación, una salida de líquido hacia el tercer espacio y puede haber líquido en cavidad abdominal, en pulmones y a nivel del pericardio”, advirtió. Estos signos graves pueden llevar a un estado de shock del niño. Aseguró que una buena hidratación y un buen seguimiento del enfermo puede hacer que revierta ese cuadro.
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