Las crisis epilépticas, especialmente en adultos, pueden ser secundarias a lesiones, enfermedades infecciosas o accidentes. En niños y adolescentes, la epilepsia tiende a tener un componente genético más pronunciado, refirió la doctora Silvia González, especialista del departamento de Neurología de Adultos de Clínicas.
Es crucial entender que no todas las convulsiones son episodios de epilepsia. Las crisis epilépticas pueden manifestarse de diferentes maneras, incluyendo síntomas como la visión doble, luces parpadeantes, sensaciones de déjà vu (siente que la misma experiencia vivió anteriormente) o miedos repentinos, que pueden confundirse con ansiedad u otros trastornos, pero que si alguno de estos síntomas son repetitivos se puede pensar en que es una difusión del cerebro, por lo que se debe consultar para evaluar si se trata o no de epilepsia.
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La neuróloga indicó que la epilepsia afecta a millones de personas en todo el mundo y resaltó que existen diversas causas que pueden desencadenarla. Destacó que es fundamental que la población en general comprenda que esta condición no impide a quienes la sufren llevar una vida plena. Agregó que muchos pacientes responden positivamente al tratamiento con un solo fármaco, lo que les permite estudiar, trabajar, formar una familia y llevar una vida activa con el debido apoyo y tratamiento adecuado.
La epilepsia puede manifestarse a cualquier edad, con picos de incidencia en la infancia temprana, especialmente durante crisis febriles, y en la edad adulta, donde pueden surgir crisis secundarias a diversas causas ya mencionadas más arriba. El conocimiento y la comprensión de esta condición son fundamentales para brindar un mejor apoyo y tratamiento a quienes conviven con ella.
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