La epidemia de dengue registra 3.370 casos, 417 internados y 19 fallecidos en las últimas semanas, por lo que se insiste con la eliminación de criaderos de mosquitos como prevención. En esa campaña, el Servicio Nacional de Erradicación del Paludismo (Senepa) elaboró un ranking de los cinco principales criaderos identificados en los hogares.
Los registros en veredas y en el interior de las viviendas, generalmente ubicados al ras del suelo y que acumulan agua de lluvia o de riego, se encuentran en el primer lugar de la lista basada en las últimas intervenciones realizadas por Senepa en barrios de Asunción con registro de mayor infestación larvaria. La indicación es colocar tela metálica en las rejillas, o drenar el agua de manera permanente para que dejen de ser un espacio de cría de mosquitos Aedes aegypti, transmisor del dengue, zika, chikungunya y fiebre amarilla.
En segundo lugar se encuentran las latas, acumuladas en algún sector de las viviendas para el reciclaje. Sin embargo, también suelen llenarse de agua al estar expuestas al aire libre. Se recomienda eliminarlas rápidamente o, en su defecto, ubicarlas bajo techo.
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En el tercer lugar del ranking se ubican las canaletas que, por encontrarse en las terminaciones de los tejados, son de difícil acceso. A causa de hojas o frutas, estos conductos suelen trancarse y se acumula en ellos agua de lluvia. Por este motivo, también se insta a la revisión periódica de estos espacios.
En cuarto lugar, se encuentran los bebederos de animales, que contienen agua y sirven de criadero al no ser limpiados correctamente. Se recomienda cepillar diariamente las paredes de éstos, para así desprender los huevos del mosquito vector que están adheridos a sus paredes.
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Por último, las axilas de las hojas de plantas ornamentales continúan siendo una preocupación, ya que constantemente son identificadas como criaderos en las visitas domiciliarias. Este tipo de plantas acumula agua de lluvia o de riego y se transforma en sitios ideales para que los mosquitos depositen sus huevos.
Los barrios asuncenos registran entre el 30 y el 33 % de infestación larvaria, porcentajes considerados muy elevados. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) establece que el índice debe ser menor a 1 % para que la zona esté libre de riesgo de transmisión de dengue y otras enfermedades arbovirales.